El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), informó este martes que en 2018 se triplicaron los ataques contra las escuelas de Afganistán llegando a 192 en comparación con los 68 que se registraron 2018.

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La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, expresó que "la educación está bajo fuego en Afganistán", y que los atentados contra las escuelas afganas han llevado a una reducción en la cantidad de niños inscritos en el país.

Según Unicef, más de 1.000 escuelas se cerraron a finales de 2018 por el actual conflicto y el rápido deterioro de la situación de la seguridad, privando a medio millón de niños de su derecho a la educación.

Fore señaló que es la primera vez que los ataques contra estudiantes y maestros aumenta desde el 2015, el cierre sucesivo de las instituciones de estudio han privado a unos 500.000 niños de su derecho a la educación.

La agencia de la ONU estima que alrededor de 3.700 millones de niños en edad escolar, casi la mitad de los menos tienen edades de entre 7 y 17 años, no asisten a la escuela en Afganistán.

La organización internacional considera que el aumento de los ataques se debe a que los centros educativos fueron usados como centros de registros de votantes durante las elecciones de 2018, además de la inestabilidad del país.

En Afganistán al menos el 60 por ciento de las niñas no son escolarizadas, esto a causa de la discriminación a la que son sometidas, los talibanes, en el poder entre 1996 y el 2002, se opusieron al acceso de las pequeñas a la educación.

"Los ataques sin sentido a las escuelas; el asesinato y secuestro de maestros y las amenazas contra la educación están destruyendo las esperanzas y los sueños de toda una generación", advirtió Fore.