Un total de 15 personas han muerto en las violentas protestas que tienen lugar en Senegal, luego de conocerse la condena a dos años de cárcel al líder opositor Ousmane Sonko por el presunto delito de corrupción de menores, lo que le impediría ser candidato en las elecciones presidenciales del 2024.

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De acuerdo con reportes de prensa, luego de los nueve decesos confirmados por las autoridades el jueves, ocurrieron otros seis este viernes, cuatro en la capital senegalesa, Dakar (oeste), y dos más en la ciudad de Ziguinchor, capital de la región homónima (suroeste), de donde Sonko es alcalde.

La exprimera ministra senegalesa, Aminata Touré, pidió este sábado al Tribunal Penal Internacional que investigue la represión policial contra las protestas.

En otro comunicado, publicado también en la red social Facebook, la política aseguró que la sanción contra Sonko es injusta porque la Corte no probó los cargos que inicialmente se le imputaron: violación y amenazas de muerte.

Desde este viernes efectivos del Ejército y hombres armados vestidos de civil fueron desplegados en puntos estratégicos de Dakar, como la Plaza de la Independencia -donde se habían anunciado manifestaciones- y en estaciones de combustible y otros sectores.

El portavoz del Ministerio del Interior, Maham Ka, declaró a medios locales que las fuerzas de seguridad manejan adecuadamente la situación y fueron desplegadas para proteger instalaciones vitales de posibles actos de vandalismo.

Por su parte, el titular del Interior,  Antoine Félix Diome, anunció la restricción del acceso a las redes sociales y servicios de mensajería para evitar la difusión de mensajes de odio e incitación a la violencia.

Participantes en las protestas consideran que el intento de criminalizar a Sonko obedece a una maniobra del actual presidente senegalés, Macky Sall, para eliminar a candidatos importantes de cara a las venideras elecciones presidenciales. A partir de ello, denunciaron la "instrumentalización" de la justicia por parte del mandatario. 

Conocido por su discurso "antisistema", Sonko critica la mala gobernanza, la corrupción y el neocolonialismo francés; por lo que cuenta con muchos seguidores entre la juventud senegalesa.