La Unión Ferroviaria y del Transporte (EVG, siglas en alemán) y el sindicato del sector de los servicios Ver.di de Alemania realizaron un llamado este jueves a los empleados de todas las empresas ferroviarias y de transporte para que realicen huelgas de advertencia el lunes 27 de marzo.

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Entre las demandas figura la exigencia de un aumento salarial del 10 por ciento para los más de 2.500.000 funcionarios del Estado, lo cual resulta el doble de lo que se les ha ofrecido para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos tres años.

La EVG y Ver.di rechazan que una primera ronda de negociación colectiva entre el sindicato de ferrocarriles y transportes con unas 50 empresas del sector, haya concluido sin resultados significativos.

Ante las contrademandas, el presidente de la EVG, Martin Burkert, explicó que “actualmente estamos negociando con 50 empresas. El zapato aprieta enormemente con nuestros compañeros. Y los empresarios se niegan a entablar negociaciones serias”.

“La negociación colectiva debe caracterizarse por el respeto a los empleados. Esta primera ronda de negociaciones estuvo marcada por el desconocimiento. Aparentemente, hay una falta de conocimiento sobre el pago de salarios que sean suficientes para que todos los empleados vivan”, manifestó la miembro de la junta de negociación colectiva de EVG, Cosima Ingenschay.

La EVG y Ver.di representan a los empleados que se desempeñan en todos los ámbitos, sean despachadores, señaleros, efectivos de seguridad, personal de servicios, limpieza u operaciones de trenes.

Según EVG, la huelga de advertencia comienza en la medianoche del 26 al 27 de marzo de 2023 y en dependencia de los turnos, otros trabajadores se unirán a la huelga temporal, por lo que su impacto se extenderá durante todo el día.

Al respecto, la patronal aeroportuaria alemana (ADV, siglas en alemán), alertó que con la huelga nacional de advertencia podrían quedarse varados en tierra cerca de 380.000 viajeros.