El presidente de Rusia, Vladímir Putin, rubricó este lunes una ley sobre la renuncia del país al Tratado de las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) luego de que la Cámara Alta del Parlamento aprobara la normativa.

LEA TAMBIÉN:

Rusia reporta acciones militares en operación especial en Ucrania

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló al respecto que tras la decisión Moscú no prevé consecuencias directas, sino que precisa la elaboración de nuevas actas internacionales para regular esta esfera.

"En este ámbito, así como en el ámbito del control de armas y el de estabilidad estratégica, se forma ahora un gran vacío que en teoría hay que llenar urgentemente con nuevas actas de derecho internacional que regularían la situación”, apuntó.

A partir de ello, el vocero destacó la importancia de mantener relaciones de trabajo bilaterales con una serie de Estados, vínculos que, según indicó, “no existen ahora, y no por nuestra culpa”.

El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, anunció a mediados del presente mes de mayo que Moscú no reanudaría el cumplimiento del acuerdo debido a que contradice los intereses rusos de seguridad.

En este sentido, Riabkov recalcó que la hostilidad de los países miembros de la OTAN contra Rusia ha afectado la seguridad regional, lo cual no viabiliza el diálogo en torno a posibles alternativas del tratado.

El vicetitular de la diplomacia rusa enfatizó que el FACE, que estipula las limitaciones cuantitativas en cuanto al armamento y equipos de las fuerzas armadas convencionales, “lleva años, de hecho, sin funcionar, por lo que nuestra retirada no podrá empeorar la situación”.

En 1990, los entonces 16 países miembros de la OTAN y seis Estados del Pacto de Varsovia suscribieron el tratado en París. No obstante, Moscú interrumpe en el 2015 su participación en las reuniones del Grupo Consultivo Conjunto sobre el FACE.