La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, rechazó este miércoles la postura asumida por Ucrania al convocar a la permanencia de las hostilidades en la planta siderúrgica Azovstal en Mariúpol.

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La diplomática rusa declaró a la prensa nacional que: “Quiero recordarles que al principio quienes pidieron a Naciones Unidas que se involucraran en esta historia, fue la parte rusa, buscando influir de una forma u otra en el régimen de Kiev para que la gente pudiera salir de la acería”.

Al mismo tiempo, Zajárova enfatizó que Rusia ha organizado corredores humanitarios  en cooperación con organismos internacionales ofreciendo atención médica a los heridos que abandonaron la planta metalúrgica.

En este sentido, argumentó que: "Todos los heridos reciben ayuda, asistencia médica, una ayuda de calidad. Eso contrasta con la forma en que los militares y representantes de grupos armados tratan a los prisioneros de guerra en el territorio de Ucrania".

La portavoz ministerial recordó que las tropas ultranacionalistas ucranianas han fusilado a prisioneros de guerra rusos y han difundido las imágenes de estos procedimientos terroristas.

Por su parte, el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, informó que 694 efectivos ucranianos depusieron las armas este martes mientras enfatizó que 29 se encuentran gravemente heridos.

Desde el pasado 16 de mayo, un total de 959 combatientes se entregaron al ejército ruso, de los cuales 51 recibieron atención médica en las instalaciones hospitalarias de Novoazovsk en la República Popular de Donetsk.