Este miércoles inicia una nueva cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. Miles de personas han realizado manifestaciones de protesta contra el plan de militarización propuesto por EE.UU., ya que los ciudadanos consideran que excluye a la gente.

Igualmente, están planteadas nuevas protestas durante la celebración del encuentro, en el que uno de los temas más controversiales será el presupuesto de defensa de la Alianza.

Rechazo popular

La consigna principal de los manifestantes es expresar su rechazo hacia la figura de Trump. También exigen que no se desembolse tanto dinero en defensa, sino en políticas sociales.

"Pedimos a nuestros dirigentes belgas y europeos que no se inspiren en la visión del mundo de Trump y se resistan ante Washington. Les pedimos que le hagan frente a su visión deshumanizada de la política migratoria", señaló una portavoz durante las protestas, Leila Lahssaini.

Miles de personas se agruparon bajo el mismo lema: "Trump no es bienvenido. Hagamos la paz grande otra vez".

Exigencias de EE.UU.

Ante esto, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sostuvo que "las estimaciones muestran que podemos esperar que ocho países aliados puedan gastar al menos un dos por ciento del PIB en defensa". Tan solo tres países han asumido ese gasto en 2014, dijo el secretario.

Durante el mandato de Trump, la cuestión del gasto militar es un tema polémico entre EE.UU. y el resto de componentes de la Alianza Atlántica. Este mismo lunes, el mandatario volvió a afirmar que "EE.UU. gasta mucho más en la OTAN que cualquier otro país". Esto, aseguró, "no es justo ni aceptable".

En este contexto, Trump ratificó que los países miembros de la organización "deben hacer mucho más".

"Según algunas cuentas, EE.UU. paga por el 90 por ciento de la OTAN, mientras que muchos países ni siquiera están cerca de su compromiso del dos por ciento", escribió el jefe de Estado a través de su cuenta de Twitter.

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En la cumbre se discutirá la iniciativa conocida como 30-30-30-30, dirigida a reforzar la defensa y aumentar el nivel de preparación combativa de las fuerzas de la OTAN, que prevé que para 2020, los aliados tengan 30 batallones mecanizados, 30 escuadrones aéreos y 30 navíos de combate que puedan estar listos en 30 días o menos. 

"No se trata de desplegar nuevas fuerzas, sino de un impulso a la preparación de las fuerzas existentes", explicó Stoltenberg a principios de junio. 

Asimismo, la cumbre discutirá el papel de la OTAN en la lucha antiterrorista, incluido en algunos países socios de la organización en Oriente Medio y el Norte de África. Los países miembros también planean acordar una nueva estructura de mando de la OTAN y tratarán cuestiones de infraestructura militar, así como la lucha contra las amenazas cibernéticas.