Luego de su aprobación en el Senado chileno a finales de enero, el presidente de la nación suramericana Sebastián Piñera promulgó este martes la reforma tributaria alegando que “esta incentivará aún más la inversión”.

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"Ahora tenemos un sistema tributario que es mucho más pro inversión, innovación y emprendimiento que el de antes”, dijo Piñera, quien mantiene un índice de desaprobación popular del 83 por ciento. 

El jefe de Estado chileno señaló, además, que la modernización proyecta una mayor recaudación de 2.200 millones de dólares, equivalentes a un 0,6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Según el Ministerio de Hacienda de Chile, esta ley “establece un sistema tributario que recaudará más recursos de parte de quienes más tienen y otorga un trato más justo para los adultos mayores en materia de contribuciones”. No obstante, las políticas del actual Gobierno chileno siguen sin aliviar el descontento popular expresado en las calles. 

Esta promulgación ocurre en un momento marcado por las protestas sociales en Chile donde los manifestantes están en contra de la desigualdad social producto de las políticas neoliberales vigentes. 

Las protestas en Chile iniciaron en octubre pasado y se mantienen hasta la actualidad con la exigencia de renuncia de Piñera.