El presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunció este lunes que instancias judiciales determinarán si la juramentación de la vicepresidenta renunciante, Mercedes Aráoz, como mandataria interina del país se considerará un delito de usurpación.

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“Hizo un juramento de un cargo al cual no podía asumir porque el Congreso ya había sido disuelto constitucionalmente. Se percató de ello y, al día siguiente, corrige su error y renuncia a esa encargatura que no es legal”, declaró Vizcarra a la prensa.

Aráoz también dimitió a la Vicepresidencia de la República, por lo que el Ejecutivo peruano indicó que era válido dentro su libertad y voluntad, destacando que no se le puede obligar a ejercer el cargo porque “nadie aquí está amarrado a nada”.

Vizcarra encomendó al primer ministro, Vicente Zeballos, realizar la “interpretación jurídica” que el caso necesita, mediante el Ministerio de Justicia.

Por su parte, Zeballos destacó que, para el Ejecutivo, Aráoz todavía continúa siendo vicepresidenta. “Desde una perspectiva política y constitucional, ella sigue siendo vicepresidenta del Perú porque renunció, en el documento que hizo público, ante el presidente del Congreso y el Congreso no existe, ha quedado disuelto”, expresó.

Araóz fue ministra de los expresidentes Alan García y Pedro Pablo Kuczynski; juró como presidenta encargada ante una vacancia temporal de Vizcarra aprobada por el Congreso disuelto, el pasado 30 de septiembre. Sin embargo, el 1° de octubre renunció a ambas responsabilidades en un documento enviado al presidente de ese órgano, Pedro Olaechea. 

Parlamentarios denunciaron a Aráoz, Olaechea, quien tomó la juramentación; y a la congresista Milagros Salazar por nominarla, ante presunta usurpación de funciones.