Represión contra movilizaciones en Irak han dejado 109 muertos
El gabinete de Irak emitió un nuevo plan de reforma este domingo en un esfuerzo por responder a las protestas que tomaron por sorpresa a las autoridades.
Irak ha sido sacudida en los últimos días por protestas en Bagdad y varias provincia del sur del país árabe contra la corrupción, el desempleo y los servicios públicos deficientes, que han dejado más de 100 muertos y miles de heridos ante la represión ejercida de las fuerzas de seguridad.
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Las fuerzas del orden público han respondido con cañones de agua, gases lacrimógenos, fuego a discreción y balas de goma.
Al menos 109 personas murieron y más de 6.000 resultaron heridas en menos de una semana de disturbios antigubernamentales, reportó este lunes el Ministerio del Interior.
El primer ministro iraquí Adel Abdul-Mahdi ordenó este lunes que la policía reemplace al ejército en el barrio chiita de Ciudad Sadr, en Bagdad, donde 14 personas murieron y 62 resultaron heridas en los enfrentamientos de este domingo.
Por otro lado, el mando militar iraquí admitió este lunes un "uso excesivo de la fuerza" en los enfrentamientos con manifestantes en Ciudad Sadr.
"Se usó una fuerza excesiva superior a las reglas y hemos empezado a pedir cuentas a los oficiales que cometieron estos errores", indicó el texto del Ejército, tras una noche caótica en este barrio del este de la capital.
La Comandancia de las Operaciones Conjuntas de Irak anunció que ha tomado medidas para que los oficiales, comandantes y otros rangos que cometieron "actos equivocados" contra los manifestantes anoche en un barrio de Bagdad, en el que murieron al menos 5 personas, rindan cuentas.
Las protestas en Bagdad y en varias ciudades del sur de Irak han crecido desde las demandas iniciales de empleo y la mejora de los servicios de la ciudad, como el agua y la energía, hasta los llamados para poner fin a la corrupción en el país.
El gabinete de Irak emitió un nuevo plan de reforma este domingo en un esfuerzo por responder a las protestas que tomaron por sorpresa a las autoridades.
Por su parte, el portavoz del Gobierno de Irán, Ali Rabiei, ha expresado la solidaridad del país con Irak ante los disturbios que vive, en particular, a días de recibir a millones de peregrinos por la festividad de Arbain.
Millones de musulmanes de diferentes países llegan cada año a la ciudad santa iraquí de Karbala para conmemorar el día de Arbaín, ceremonia religiosa que marca la culminación de un período de cuarenta días de luto tras el aniversario del martirio de Hussien, nieto del profeta Mahoma, y el tercer Imam chiítas.
“La República Islámica de Irán, como siempre, expresa su disposición para estar junto a los hermanos y hermanas iraquíes y ayudarlos. Ninguna propaganda falsa y mal intencionada puede separar a las naciones de Irak e Irán”, ha dicho Rabiei en declaraciones a la prensa en Teherán.
A pesar de que las autoridades iraquíes reconocieron el derecho de los iraquíes a reclamar sus derechos; ciertos personajes, identificados como “infiltrados”, se encargaron de desviar el curso pacífico de las protestas que devinieron en choques entre manifestantes y policías, de acuerdo con un despacho de HispanTV, que sugiere que Arabia Saudita estaría detrás de las movilizaciones.