El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, lideró este viernes un acto en homenaje a las víctimas del terremoto que devastó Managua (capital) en 1972.

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A 50 años de ese hecho, el jefe de Estado, junto con la vicepresidenta Rosario Murillo y demás autoridades del país, recordaron a las miles de familias afectadas por la tragedia y su impacto en la historia de la nación.

El mandatario comentó que, en su opinión, entre los factores que influyeron en las consecuencias del terremoto que magnitud 6,2 están "uno, la fragilidad de la ciudad y dos la profundidad, a 6 kilómetros, (...) Estaba partiendo completamente Managua y casi en la superficie, por eso fue tan violento, tan destructivo".

Sin embargo, resaltó que frente a los fenómenos de la naturaleza se presenta la hermandad en las personas que dejan a un lado sus diferencias para unirse a la solidaridad en esos momentos tan necesarios.

Por otra parte, destacó la ayuda aportada por Cuba tras el terremoto de 1972, cuando el comandante en jefe, Fidel Castro, mandó una brigada médica para la atención directa del pueblo nicaragüense.

"Fue una manifestación donde trascendió la humanidad y la hermandad de parte de Cuba, de parte de Fidel ante el antagonismo ideológico y político que había con una tiranía como la de Somoza", expresó el mandatario.

Además, rememoró al beisbolista puertorriqueño Roberto Clemente, quien falleció en un accidente de avión cuando acompañaba una carga de ayuda humanitaria enviada al pueblo de Nicaragua tras el terremoto.

"El 31 de diciembre, qué gesto de humanidad, qué gesto de hermandad, qué gesto de solidaridad con Nicaragua. Un puertorriqueño decide sacrificar la fiesta de fin de año (…) para entregar esa ayuda", aseguró el presidente Ortega y precisó que el próximo 30 de diciembre le harán un homenaje.

El mandatario recordó los grandes terremotos que han acontecido en Nicaragua, al tiempo que resaltó que producto de la crisis climática, los eventos meteorológicos han aumentado en intensidad y frecuencia. 

Durante el acto también expresó su pesar por el fallecimiento de Blanca Segovia Sandino Aráuz, hija del general Augusto César Sandino y de Blanca Aráuz, a los 89 años de edad. 

"Y hoy el tránsito a ese otro plano de vida de Blanquita, la hija de nuestro general Sandino. Y por todos ellos, en este 50 aniversario, vamos a ponernos de pie y guardar un minuto de silencio", dijo.

Rechazo a las armas atómicas

El presidente de Nicaragua ratificó su rechazo a las armas atómicas y recordó las consecuencias que dejaron las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos contra Japón.

"Nosotros por principios estamos en contra de la existencia de la armas atómicas. Entendemos la razón que tienen muchas naciones de contar con armas atómicas porque están siendo amenazados permanentemente por las potencias imperialistas", declaró el mandatario.

Sin embargo, reafirmó que "aquí en nuestra América Latina y Caribeña tenemos el compromiso de que todos estos territorios, estos países, tienen que estar libres del arma atómica. Ese es un principio que tenemos y lo seguiremos cumpliendo".