Al cumplirse casi una semana del decreto firmado por el presidente de facto de Brasil, Michel Temer, para la militarización federal de Río de Janeiro (sureste), los residentes expresaron su opinión sobre la medida.

La funcionaria pública Rosimar Antunes consideró que la intervención de la seguridad local corresponde a una estrategia para enfocarse en esa área y así "desvirtuar las atenciones del pueblo" en otras problemáticas, indicó al corresponsal de teleSUR, André Vieira.

Por su parte, la trabajadora de seguridad, Marcia da Silva, manifestó que fue una decisión acertada del Gobierno de facto y espera que haya una mejoría. "Tenemos credibilidad en el Ejército y creemos que sí va a cambiar".

Un residente de la ciudad, Mauro Dos Santos, rechazó la militarización y mencionó que era habían otros sectores que requerían la atención del Estado. "Ellos deberían mejorar la salud, los hospitales las otras áreas que necesitan. Ellos están robando todo el dinero de Brasil", aseveró.

Asimismo, el experto en seguridad, Orlando Zacconi, aseguró que "estamos sufriendo una intervención en el estado" con motivaciones políticas y advirtió que no pueden prever hasta qué punto se restringirán los derechos de los ciudadanos.

El pasado 16 de febrero, Temer firmó un decreto para ordenar la intervención federal de Río de Janeiro, medida aprobada por la Cámara de Diputados y el Senado, con 340 votos a favor, 72 en contra y una abstención.

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