Juana Rivas, habitante de Macarena en España, fue condenada a cinco años de prisión, seis de inhabilitación para el cuido de sus hijos y la indemnización de 30.000 euros al padre de sus pequeños, por sustracción de menores y desobediencia.

Rivas huyó de Italia donde se encontraba con su esposo, Francesco Arcuri, y sus dos hijos, de 12 y cuatro años de edad respectivamente, pues el hombre la sometía a maltratos físicos y sicológicos.

La justicia de España en un acto denunciado como de extrema discriminación contra los derechos de la mujer, dictó la sentencia que exige además que los niños fuesen devueltos a Italia con Arcuri, quien interpuso la demanda contra Rivas. 

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En este sentido, alegando proteger a sus hijos, Rivas decidió mantenerse oculta por un mes para no permitirle al padre de los menores de edad que los tuviese en su poder. Luego de acceder ante la petición judicial de entrega de los niños, Rivas fue sometida a un juicio que inició el 18 de julio y finalizó en esta condena de cinco años de prisión.

El Juzgado de lo Penal 1 de Granada, que asumió el caso en contra de Rivas, descartó la defensa de la madre, obviando además los alegatos de la denuncia por violencia machista. 

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Recientemente, otro caso judicial causó polémica por ser considerado discriminatorio contra la mujer. Incluso se han registrado marchas en contra de los fallos que inclinan la balanza hacia el agresor. El caso de La Manada es uno de los más polémicos, porque cinco hombres acusados de violación fueron condenados por solo abuso sexual y luego puestos en libertad condicional.