La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) lamentó este martes la muerte de al menos 163 migrantes y refugiados como consecuencia del naufragio de dos embarcaciones precarias frente a las costas de Libia.

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Detalló la portavoz para Libia de OIM, Safa Msehli, que en el primero de estos hechos, ocurrido el viernes 102 personas desaparecieron frente a la localidad de Surman, entre ellos dos niños, cuando se volcó la embarcación en la cual intentaban tener éxito en su travesía de contrabando rumbo a Europa.

Asimismo, los cadáveres de otros 62 migrantes fueron recuperados en el mar en las inmediaciones de Sabratha, durante un operativo en el cual otras 210 personas fueron devueltas a territorio del paìs norafricano, fijado como punto de partida de la mayoría de embarcaciones que persiguen la franja sur del continente europeo.

En tal sentido, el director general de la OIM, António Vitorino, lamentó una tragedia la cual consideró evitable, al tiempo que instó a los países mediterráneos a adoptar “medidas inmediatas para salvar vidas e impedir que haya más muertes”.

Datos aportados por OIM sostienen que 466 migrantes, entre ellos 16 mujeres y 12 niños fueron rescatados o interceptados durante la última semana frente a la costa oeste de Libia y devueltos a territorio de ese país.

A lo que se añade el hecho de que en lo que va de 2021 más de 1.500 personas han perecido en la conocida como ruta migratoria del Mediterráneo Central, frente a 970 evidenciadas en 2020 y reafirmándose como una de las más peligrosas del mundo.

Además de 31.500 personas interceptadas cuando trataban de viajar de forma irregular a Europa y devueltas a Libia; respecto a las 11.900 del año precedente; dentro de una tendencia creciente desde que en 2014 comenzara a registrarse la crisis migratoria.

Sumado a 509 decesos y 831 desapariciones, números superiores a las 381 víctimas fatales, y 597 que aún se desconoce su paradero, compilados en el año 2020.

Flujo ascendente el cual se le atribuye a las mafias que operan en esa nación tras el caos y la guerra civil imperantes en esa nación tras el fin del régimen de Muamar al Gadafi en 2011; al cual se suman otros países vecinos como Chad, Sudán, Egipto y Níger.