Dos jóvenes de la Villa Francia, popular barrio en Santiago de Chile, fueron asesinados hace 34 años por una patrulla de Carabineros -la policía del Estado chileno- en plena dictadura de Augusto Pinochet, el 29 de marzo de 1985.

LEA TAMBIÉN:

Agreden a víctimas de la dictadura chilena frente a embajada de Venezuela

Los hermanos Rafael (18 años) y Eduardo (20 años) Vergara Toledo, se convirtieron en símbolo de lucha contra la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet, y contra las políticas neoliberales de los Gobiernos chilenos que han sucedido al régimen pinochetista, perpetrando su legado. En honor a los hermanos Vergara-Toledo, el pueblo de Chile conmemora, cada año, el Día del Joven Combatiente.

En un escenario de represión y una crisis económica que dejó a un 35 por ciento de los trabajadores desempleados durante los años 80, miles de jóvenes pobres e hijos de obreros despedidos, comenzaron a organizarse para enfrentar la dictadura de Pinochet.

Desde pequeños, Eduardo y Rafael crecieron en una familia con una fuerte vocación política y social. Junto a su hermano mayor, Pablo, militaban en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Ahora frente al Museo estudiantes del INBA, previa autorización de sus padres, se manifiesta pacíficamente en el #DiaDelJovenCombatiente mostrando una manera no violenta de recordar a los hermanos Vergara Toledo, asesinados por la dictadura. pic.twitter.com/ClXUxYS9v2

— Museo de la Memoria (@MuseoMemoriaCL) 29 de marzo de 2018

Eduardo ingresó a la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación (UMCE), conocida en Chile como "el Pedagógico", a estudiar Historia, sin embargo, fue expulsado por las autoridades fascistas debido a sus vinculaciones políticas. Rafael, estudiante secundario, también había sido expulsado de su colegio por "agitador político".

Desde 1982, la casa de la familia Vergara-Toledo es allanada constantemente, asimismo varios de sus miembros son detenidos. Ya en el primer semestre de 1984, Eduardo y Rafael se abocan a la clandestinidad, debido a la dura persecución que sufren por parte de Carabineros. 

¿Qué pasó el 29 de marzo?

Al anochecer del 29 de marzo de 1985, Eduardo y Rafael, junto a cuatro militantes más del MIR, caminaban calles cercanas a la Villa Francia, barrio en el que vivían, siendo interceptados por una patrulla policial.

Los jovenes emprenden distintas huidas, pero los hermanos Vergara-Toledo se escabullen juntos por callejones de la villa vecina, llamada Robert Kennedy.

Allí es cuando los disparos alcanzan a Eduardo, quien cae abatido. Su hermano, Rafael, se regresa para ayudarlo y pese a la insistencia de Eduardo, antes de morir en el lugar, su hermano permanece con él. La patrulla no tarda en llegar. Rafael es golpeado brutalmente antes de ser asesinado con un disparo en la cabeza.

"Eran aproximadamente las 19H30 (hora local) del viernes 29 de marzo de 1985, Eduardo y Rafael corrían desesperadamente… Carabineros los perseguían muy de cerca. La emboscada ya estaba hecha. La orden era matarlos", reseña el libro Los Muertos en Falsos Enfrentamientos, publicado por el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo,  CODEPU.

En marzo de 2004, el Juez chileno Sergio Muñoz inició una investigación junto a la Quinta Brigada de Investigaciones de Chile. Tras un largo juicio se sentenció a 10 y 15 años de cárcel a los funcionarios de Carabineros Francisco Toledo Puente, Jorge Marín Jiménez, Mauricio Muñoz Cifuentes y el subteniente Alex Ambler Hinojosa, por el asesinato de los hermanos Vergara-Toledo.

Año a año, en Villa Francia y otras emblemáticas poblaciones chilenas recuerdan no solo a Rafael y Eduardo, sino también a todos los jovenes caídos durante la dictadura y la posterior democracia, incluyendo a jovenes mapuche asesinados por los Gobiernos contemporáneos. Las noches de cada 29 de marzo son, además, escenario de fuertes manifestaciones populares en los sectores más pobres del país.