El Gobierno y la oposición de Siria reanudaron este lunes en la ciudad suiza de Ginebra sus negociaciones sobre una reforma constitucional, las cuales transcurren bajos los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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A las negociaciones asisten los integrantes de la comisión encargada de redactar la Carta Magna: 15 delegados del Gobierno, 15 de la oposición y 15 de la sociedad civil.

Se prevé que los delegados dediquen un día al análisis de cada uno de estos puntos centrales: las bases de la gobernabilidad, la identidad del Estado, los símbolos del Estado, y las estructuras y funciones de las autoridades públicas, y dediquen el viernes a concretar los avances que se logren.

Remarks by @GeirOPedersen ahead of the Constitutional Committee Seventh Session #Syria https://t.co/nr4DO9WFDT pic.twitter.com/U4jWWwdgbk

— UN Special Envoy for Syria (@UNEnvoySyria) March 20, 2022

El enviado especial de la ONU para Siria y facilitador de las negociaciones, Geir Pedersen, declaró este domingo a la prensa que “Siria sigue siendo una de las crisis más graves del mundo y se necesita un progreso hacia una solución política”.

Agregó que se había reunido con las delegaciones y les había subrayado que urge llegar a un entendimiento y dar pasos sustanciales en la redacción de la Constitución.

Explicó que los presidentes de las delegaciones del Gobierno y de la oposición (Ahmad Kuzbari y Hadi al-Bahra, respectivamente) se pusieron de acuerdo en los puntos de la agenda.

Comentó que “si las tres delegaciones hacen lo que han dicho que harán, espero que veamos algunos progresos”, dijo en alusión a los pocos avances que han tenido los trabajos.

La anterior reunión de esta comisión se realizó en octubre de 2021, pero fracasó porque “faltó una adecuada comprensión de cómo lograr avanzar en el proceso”, valoró Pedersen.

Los delegados se plantean ante sí la posibilidad de reformar la Constitución o redactar una nueva, pero en cualquier caso el texto que emane deberá ser sometido al análisis de un comité de 150 miembros y a continuación a referendo.

Así lo concibe la hoja de ruta para la paz en Siria, aprobada en 2012 por representantes de las Naciones Unidas, la Liga Árabe, la Unión Europea, Turquía y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

El conflicto interno de Siria, promovido por los Gobiernos de Estados Unidos y otras naciones de Occidente, llega en este mes de marzo a su onceno aniversario. Se estima que la guerra provocó entre 350.000 y 500.000 víctimas mortales, así como el desplazamiento de 12 millones de personas.

En la actualidad el Gobierno sirio lleva adelante un proceso de pacificación y reconciliación que, entre otros propósitos, amnistía a integrantes de los grupos armados extremistas que se desmovilizan, aceptan la legitimidad de las autoridades y regularizan su situación jurídica.