Con la exigencia de que vuelvan los líderes sindicales despedidos, los trabajadores de la fábrica de explosivos Explocen, perteneciente a las Fuerzas Armadas ecuatorianas,  protagonizan una huelga que lleva 14 días encaminada a exigir suscripción de un nuevo contrato colectivo.

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Según medios locales, estas acciones están provocadas por la negativa patronal de resolver sus problemas laborales.

Según fuentes locales, la planta está paralizada en su totalidad. Unas 105 personas laboran en la empresa, pero del sindicato forman parte 58 personas, quienes permanecen en las afueras de Explocen. Para evitar un contagio, estos sindicalistas mantienen el distanciamiento social.

Las protestas se intensificaron tras el despido de cinco trabajadores y el anuncio de quiebra de la empresa adjudicada al confinamiento por Covid-19. Asimismo, las instalaciones de la fábrica fueron militarizadas como una medida de prevención para garantizar el funcionamiento de las instalaciones.

Al respecto, la Comisión Especializada Permanente de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social informó que se encargarán de investigar los hechos en Explocen: el cese de los trabajadores y los impagos al personal.

Las organizaciones sindicales condenaron la presencia militar y aseveraron que si algún manifestante reporta alguna herida será responsabilidad de los uniformados.