El Congreso de Salvador declaró el martes el estado de emergencia nacional como resultado de los prejuicios ocasionados tras el paso del huracán Bonnie, entre ellos el deceso de dos personas y la permanencia de las lluvias en la nación.

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La Asamblea Legislativa aprobó la emergencia con 66 votos a favor, la cual se ampara en la Ley de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres.

Dicho decreto fue establecido “debido a las afectaciones causadas por las lluvias y ráfagas de viento generadas por la onda tropical Bonnie, que luego fue clasificada como huracán categoría uno. El pasado fin de semana, las fuertes precipitaciones provocaron estragos en varios puntos del país”, notificó el Congreso.

Otros de los daños materiales dejados por el recorrido de Bonnie fue la destrucción de más de 150 viviendas, así como de dos hospitales públicos y parte de la infraestructura de calles y carreteras.

“Tenemos una onda tropical activa, una serie de nubes arrastradas por el viento del este, lo que significa mucha lluvia en forma de tormentas, no es temporal, sino un aguacero, con probabilidad de tormentas eléctricas e inundaciones”, indicó el ministro de Medio Ambiente, Fernando López.

Como resultado de la situación atmosférica, el presidente Nayib Bukele ordenó la suspensión de las clases en centros escolares públicos, privados y universidades del territorio nacional, al mismo tiempo, decretó alerta roja en 42 municipios y alerta naranja para el resto del país.