El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil condenó este jueves al expresidente del país, Fernando Collor de Mello, por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales relacionados con la petrolera semiestatal Petrobras, en el marco de la operación Lava Jato.

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La presidenta del STF, Rosa Weber, votó esta jornada a favor de la sentencia uniéndose a los siete ministros que la semana pasada aprobaron la medida en contra del también exsenador.

El siguiente paso será definir las sanciones. El juez relator del caso, Edson Fachin, recomendó 33 años de prisión y que no pueda volver a ejercer un cargo público.

En el año 2015 el Ministerio Público Federal denunció a Collor de Mello por haber recibido sobornos que alcanzaban los 30.000.000 de reales, unos 6.000.000 de dólares, entre 2010 y 2014.

Collor de Mello, quien sostiene su inocencia, habría facilitado contratos provechosos desde su posición como senador entre la empresa DVBR y BR Distribuidora, una subsidiaria de Petrobras.

Existen "pruebas suficientes y de diversa procedencia, que trascienden las colaboraciones" de los denunciantes, declaró el ministro Luis Roberto Barroso a medios locales.

Collor de Mello fue el primer mandatario en Brasil sometido a un impeachment o juicio político y también fue por un escándalo de corrupción, revelado por su hermano en una entrevista.

Su familiar, llamado Pedro, reveló en mayo del año 2012 un esquema de lavado de dinero y tráfico de influencias liderado por el tesorero de la campaña electoral del entonces candidato.

Collor de Mello fue el primer presidente elegido por sufragio universal tras el régimen militar. Renunció a la presidencia en 1992 en medio de denuncias de desvíos y corrupción, y un proceso de impeachment abierto en el Congreso.