Española Laura Luelmo pudo morir 48 después de desaparecer
Pese a que los primeros informes señalan que la víctima murió el mismo día en que desapareció, una nueva investigación avanza y da muestras de que pudo ocurrir entre 48 o 72 horas después.
Los resultados de los análisis complementarios que se le han practicado al cadáver de la maestra española Laura Luelmo permitirán determinar cuándo falleció la mujer, sin embargo, hay indicios de que pudo haber sido entre el segundo y tercer día tras su desaparición.
El caso de Luelmo conmoció España tras su desaparición el pasado 12 de diciembre, después de trasladarse a la localidad andaluza de El Campillo para dar clase en un instituto. Tras cinco días de búsqueda, el cadáver de la docente fue hallado con evidentes signos de violencia.
La Sociedad Española de Medicina Legal y Forense (Semlyf) en un informe destacó que "los análisis complementarios, que se deben emplear, no suelen corregir de modo sustancial la primera predicción, raramente supondrán una rectificación importante a las conclusiones obtenidas a partir del examen del cadáver".
En el caso de Laura Luelmo el estado evolutivo de las heridas y las lesiones ocasionadas en el momento del ataque son importantes, ya que "al producirse la muerte se detiene el proceso de la evolución cromática de las equimosis, así como los procesos histoquímicos de la inflamación, por lo que se podrá establecer con relativa precisión el momento en que aquellas fueron inferidas", señaló la Semlyf.
frente a la Subdelegación del Gobierno, en homenaje a Laura Luelmo. | Foto: EFE
Los especialistas han manifestado que las conclusiones obtenidas por los forenses sobre la fecha de la muerte de la maestra española se basan en pruebas científicas, por lo que solicitan que se respeten las competencias de los distintos profesionales que trabajan en la investigación del asesinato.
Asesino de Luelmo: No me dejen salir, porque lo volveré a hacer
Bernardo Montoya, quien confesó asesinar a la maestra española Laura Luelmo, pidió en su declaración judicial que lo dejen en prisión para siempre o volvería a cometer un crimen como este: "Por favor, déjenme encerrado toda la vida. No me dejen salir jamás, porque lo volveré a hacer".
Esta declaración apunta que Montoya no es capaz de controlar sus impulsos. El asesino de Luelmo estuvo condenado con anterioridad por el asesinato de otra mujer y por una agresión en uno de sus permisos penitenciarios.
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