El Senado Federal de Brasil eligió este lunes, durante una sesión especial, a los miembros de la comisión que examinará el pedido de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, aprobado por la Cámara de Diputados.

La comisión especial cuenta con 21 integrantes y sus suplentes, de mayoría opositora. La primera reunión se realizará este martes cuando inicia el plazo de 10 días hábiles en el que deberán debatir un informe sobre la acusación contra Rousseff respecto a supuestas maniobras contables para maquillar los resultados gubernamentales de 2014 y 2015.

En esos 10 días, el relator de la comisión deberá presentar su informe sobre la admisibilidad o no del procedimiento de juicio político contra Rousseff, el cual será debatido y votado por el Senado.

Luego de conocer el informe del relator, el Senado dispondrá de 48 horas para someterlo a votación. Su aprobación deberá ser por mayoría simple (41 votos de entre 81 integrantes).

De admitirse el inicio del juicio político, que pudiera quedar definido entre el 10 y el 11 de mayo, la presidenta Rousseff será notificada y apartada del cargo por un período máximo de 180 días para que los senadores concluyan el proceso.

De ser apartada de su cargo, las sesiones estarían encabezadas por el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF) y la aprobación de la anulación del mandato de la jefa de Estado requeriría el apoyo de dos tercios (54) de los miembros del Senado.

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Dilma Roussseff se reunió el domingo con el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, para ultimar los argumentos de defensa a propósito de un nuevo capítulo de su eventual juicio. El abogado lamentó que las denuncias contra la presidenta de Brasil no se discutieran a profundidad, además, las calificó de improcedentes y sin sustento.