El preso palestino Mohamed Allan anunció este martes que no levantará su huelga de hambre hasta ser liberado. Aseguró que pese a las complicaciones médicas seguirá adelante con su protesta contra la injusticia que promueve el Gobierno israelí contra su pueblo.   

“Seguiré la huelga de hambre con el riesgo evidente de morir antes de estar cuatro años más en el extranjero, tal y como una representante del Estado sugirió en la sesión del Tribunal Supremo (TS) celebrada el pasado lunes”, dijo  Allan  tras salir del coma inducido en el que estaba inmerso en el hospital israelí de Barzilai (Ashkelón). 

Mohamed Allan podría levantar su huelga de hambre si es liberado el próximo 23 de septiembre

Tras más de 60 días en huelga de hambre, el palestino de 31 años aseguró que no beberá agua ni aceptará tratamiento médico sin una solución antes de este miércoles 19 de agosto al mediodía (hora local de Israel).

Advertencia fatal

El director del Hospital Barzilai, Hezi Levy, advirtió que si Mohamed Allan sigue la huelga el nuevo deterioro de su situación será más rápido y peligroso. Recordó que hasta ahora el palestino no ha muerto por las atenciones médicas, pero "su situación será crítica porque ya no tiene reservas". 

Para el abogado del palestino, Jamal Jatiben, la grave situación de su defendido obliga a Israel a aprobar su liberación. “Está claro que dado su estado de salud no constituye peligro alguno. Israel debe poner fin a este injusto e ilegal arresto”, dijo. 

Recientemente, el Parlamento de Israel aprobó la alimentación forzada para presos palestinos en huelga de hambre en sus cárceles, lo cual se logró gracias a las negociaciones del grupo político de derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu.