En el marco del acuerdo de alto el fuego, el presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, informó que Kiev espera que “el sentido común prevalezca sobre ambiciones imperiales enfermizas”, a fin de que se cumpla el trato que entra en vigencia este domingo a las 00H00 hora local (22H00 GMT).

Se espera además que "aquél que dio luz verde en su momento al comienzo de las acciones militares finalmente recapacite y ordene el alto el fuego a partir de las 00H00 horas", agregó el primer mandatario de Ucrania, sin nombrar al que según él, dio inicio al conflicto.

"Hoy estamos ante una importante disyuntiva: o el enemigo cesa el fuego y se da comienzo al arreglo político (...) o el enemigo nos lleva a nosotros y a todo el mundo a una escalada del conflicto", advirtió Poroshenko durante la entrega de equipos militares a la Guardia Fronteriza, mientras independentistas denunciaban persistencia de ataques.

Asimismo, aseguró que de no llegarse a cumplir el alto el fuego, tomará la “dura pero necesaria decisión de implantar la ley marcial”, tanto en las regiones de Donetsk y Lugansk (escenario del conflicto), como en todo el país.

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EN CONTEXTO

Durante una visita a un centro de entrenamiento de la Guardia Nacional a las afueras de Kiev, el pasado viernes Poroshenko llamó a “no hacerse ilusiones” sobre el cumplimiento al alto el fuego acordado esta semana y con el que se espera poner fin al conflicto que ha dejado más de cinco mil muertos al este de Ucrania.

“Logramos conseguir acuerdos que permiten confiar en que los acontecimientos en Donbás pasarán de la etapa bélica a la política, pero no hay que hacerse ilusiones… aún falta mucho para lograr la paz y nadie tiene la firme certeza de que las condiciones para la paz que fueron firmadas en Minsk se cumplirán", dijo el mandatario.

Rusia lamenta que Kiev y los países occidentales "pongan en duda la aplicación de las disposiciones concretas del documento", apoyado oficialmente por los dirigentes ruso, Vladimir Putin, francés, François Hollande, ucraniano, Petro Poroshenko, y alemana, Angela Merkel.