Indígenas colombianos del departamento de Risaralda denunciaron que un grupo de policías ingresaron armados a sus comunidades, tras lo cual retuvieron a 17 uniformaron desde el miércoles pasado, pero los liberaron este jueves.

Ante una comisión de la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de los Estados Americanos (OEA), las autoridades indígenas también entregaron el armamento y la munición de los policías, así como sus motocicletas y cascos.

"Comunidad de manifestantes ubicados en Risaralda devuelve en presencia de organismos de derechos humanos, armas custodiadas a los 17 policías que ingresaron armados al territorio, donde se encontraba concentrada la comunidad; los policías también regresan con sus autoridades", informó la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).

Durante el proceso de liberación, la ONIC denunció el asesinato de Elvia Azucena Vargas, de 30 años de edad, miembro del Resguardo Indígena Cañamomo Lomaprieta, en el departamento de Caldas, al centro del país. 

“Exigimos toda la contundencia de las entidades competentes para que investiguen y condenen a los actores materiales de este hecho violento, que se suma a la larga lista de muerte a líderes indígenas, defensores de los derechos colectivos, de nuestra comunidad”, señalaron.

Asimismo, exigieron al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenar una investigación "contundente, veraz y oportuna" para identificar a quienes planearon y ejecutaron este hecho.

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