La policía de la ciudad de Estambul, al noroeste de Turquía, desarticuló una base de entrenamiento del autodenominado Estado Islámico, en la que eran entrenados menores de edad provenientes de Uzbekistán y Tayikistán.

Según un medio local unas 50 personas resultaron detenidas durante una redada realizada el pasado 18 de octubre. Como resultado de este procedimiento fueron encontrados 24 jóvenes entrenados según las reglas del grupo extremista.

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Tras el atentado ocurrido en Ankara (capital) el pasado 10 de octubre atribuido al Estado Islámico, en el que murieron más de cien personas y cientos de heridos, Turquía ha incrementado las operaciones antiterroristas en su territorio.

Según las autoridades se logró identificar a uno de los presuntos responsables, identificado por la Fiscalía de ese país como Yunus Emre Alagoz.

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