El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, reconoció este martes que existen fallas en algunas instituciones de su Gobierno tras el doble atentado que le quitó la vida a unas 130 personas en Ankara (capital turca). 

Erdogan recalcó que no se descartará ningún tipo de hipótesis sobre el atentado que dejó a muchas familias enlutadas. “Puede que se haya fallado, vamos a investigarlo, pero no es correcto ahora hablar de dimisiones. Todos somos humanos, podemos cometer fallos”, dijo en respuesta al posible despido de funcionarios de su Gobierno implicados en la masacre. 

El presidente turco anunció que se abrirá una investigación para determinar a los verdaderos responsables del ataque al tiempo que no descartó la posible participación del autodenominado Estado Islámico (EI). 

“Últimamente el Estado Islámico que nació en Siria e Irak respaldan a organizaciones que operan contra Turquía dentro de las fronteras de nuestro país”, dijo Erdogan.

Añadió que ordenó realizar una auditoría interna sobre la gestión política de la tragedia, "he dado órdenes de trabajar al Consejo Supervisor del Estado para conocer muy pronto a los responsables del suceso”. 

La realidad

Turquía está en duelo nacional tras el atentado contra manifestantes en Ankara (capital) que hasta el momento ha dejado 130 muertos y más de 160 heridos. Por un lado, autoridades responsabilizan al Estado Islámico (EI) de los hechos, mientras que otros sectores de la población culpan al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan de estar aliado con esos grupos armados.