El papa Francisco invitó este sábado a rezar por Brasil en este "momento triste" y puso en duda la realización de su visita a ese país, como lo había prometido en 2013 durante su estancia en Río de Janeiro.

Haciendo referencia a la situación política que enfrenta el gigante suramericano tras el golpe de Estado contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff, el sumo pontífice pidió oraciones para que la Virgen de Aparecida (patrona brasileña) "custodie a los descartados puestos en manos de los explotadores de todo tipo. Que salve a su pueblo con la justicia social y con el amor de Jesucristo, su Hijo".

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Francisco bendijo una imagen de la Virgen de Aparecida que se encuentra en los Jardines Vaticanos, así lo informó la Radio Vaticana.

La colocación de la imagen en la Santa Sede fue anunciada en 2014 como iniciativa de la embajada brasileña ante el Vaticano.

Días antes, el expresidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva envió una carta al Papa para informarle de la gravísima situación política e institucional que vive su nación.

Con fecha 30 de agosto, la misiva explica cómo las fuerzas políticas conservadoras derrotadas en cuatro elecciones presidenciales sucesivas, actúan al margen de la ley para impedir la continuidad y el avance del proyecto de desarrollo e inclusión social liderado por el Partido de los Trabajadores (PT).

Asimismo, Lula asegura que la derecha brasileña quiere comandar el Estado para apoderarse del patrimonio nacional, como ya empieza a suceder con las riquezas petrolíferas en aguas profundas.

El exmandatario demanda además que también se intenta desarmar la red de protección a los trabajadores y a los pobres, ampliada y consolidada en los últimos 13 años.

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