El enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan De Mistura, informó este miércoles que se solicitó al Gobierno sirio y a la oposición armada evitar "cualquier tipo de provocación" y detener las operaciones militares en las zonas de tregua, mientras se desarrollan la negociaciones de paz, que inician este jueves en Ginebra.

“Hoy, la Federación de Rusia anunció que ha solicitado formalmente al gobierno de Siria silenciar su espacio aéreo en las áreas regidas por el alto el fuego durante las charlas entre sirios. Y nosotros hemos pedido a los actores con influencia en la oposición que traten de hacer lo mismo”, dijo de Mistura.

El enviado especial de la ONU explicó que si bien la oposición no tiene aviones, también puede reducir cualquier tipo de provocación para que no se registren eventos que afecten el proceso de diálogo.

El mediador instó a mantener las reuniones que se han realizado en Astana, promovidas por Rusia, Turquía e Irán.

"No espero ningún progreso inmediato, sino que sea el inicio de una serie de rondas en las que podamos avanzar en los temas sustantivos", señaló De Mistura, quien a su vez agregó que este jueves será en realidad el inicio de una serie de rondas de conversaciones para que la paz retorne a Siria, donde la guerra cumplirá seis años a mediados de marzo.

Asimismo, De Mistura dijo que el 50 por ciento de la delegación negociadora siria está compuesta por representantes de grupos armados.

"Los que luchan y mueren (en el campo de batalla) quieren negociar y el presidente Al Assad ha dicho también que quiere negociar con quienes le combaten", afirmó.

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Aún no está definido si las negociaciones serán directas con las delegaciones rivales reunidas o indirectas como ocurrió en las tres rondas realizadas en el año 2016.

Diversos participantes en las negociaciones ya se encuentran en Ginebra, el resto llegarán el jueves.

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales luchan contra grupos armados de la oposición al Gobierno legítimo de Bashar Al Assad y organizaciones terroristas. 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) arroja que entre 300.000 y 400.000 personas murieron en la guerra. 

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