La ciudad de Gaza fue declarada este jueves en estado de emergencia debido a las fuertes lluvias, por la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA, por su sigla en inglés).

Las fuertes precipitaciones provocaron grandes inundaciones y el desbordamiento del sistema de alcantarillado, que quedó prácticamente destruido por la operación militar israelí.

Cientos de residentes de la zona fueron evacuados, cerraron 63 escuelas, al menos un centro educativo y un centro comunitario de la UNRWA han sufrido daños.

Uno de los principales problemas es el del combustible, el cual es imprescindible para hacer funcionar las bombas de agua y los generadores eléctricos. Este jueves, la agencia de la ONU distribuyó 60 mil litros para solventar la situación.

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Los bombardeos israelíes dañaron las infraestructuras básicas de la franja, que aún no han sido reconstruidas. Las bombas destruyeron unas 20 mil casas y alrededor de 100 mil personas continúan sin hogar, obligadas a vivir entre los escombros.