Para exigir justicia por el asesinato de la líder indígena Berta Cáceres, una delegación internacional llegó este miércoles a Honduras y sus integrantes esperan reunirse con “las más altas autoridades”.

La misión está conformada por el eurodiputado español Miguel Urbán, de Podemos; el también diputado de Podemos en Aragón, Pedro Arrojo; los miembros del ParlaSur Daniel Caggiani y Lilian Galán; la exmagistrada de la Corte Suprema de Justicia en El Salvador, Mirna Perla y otros activistas latinoamericanos.

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Por medio de un comunicado, aseguran que exigirán el “esclarecimiento del asesinato de Berta Cáceres, con la participación de una Comisión Internacional”.

Asimismo, demandarán la liberación inmediata del activista mexicano Gustavo Castro Soto, quien resultó herido durante el ataque contra Cáceres y ha sido retenido en Honduras por las fuerzas de seguridad de este país.

Además, visitarán a los familiares de la defensora de los recursos naturales hondureña asesinada en su casa el pasado 3 de marzo y se reunirán con miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), del cual Cáceres era líder y cofundadora.

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La misión internacional recalca que ha asumido los mismos compromisos que defendía Cáceres, entre ellos, la “suspensión inmediata del proyecto Agua Zarca y la anulación de todas (las) concesiones y proyectos extractivistas de los territorios lencas".

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, también presente en Honduras este miércoles instó a investigar el crimen de la ambientalista.

"Terminen cuanto antes (las investigaciones) y los culpables sean llevados ante la justicia", sentenció el canciller español, quien además, aseguró que en el tema de seguridad, “no tengo más remedio que aludir y reiterar la condena por el asesinato de la defensora de los derechos humanos”.

La lucha de Berta Caceres

En contexto

El pasado 3 de marzo, la líder indígena y coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (Copinh), Berta Cáceres, fue asesinada por sujetos desconocidos en el interior de su vivienda, ubicada en el sector La Esperanza, departamento del Intibucá del sur-occidente del país.

Cáceres había denunciado una semana antes de su muerte, el asesinato de cuatro dirigentes indígenas de la comunidad lenca.

Fue una de las fundadoras en 1993 del Copinh.

Por su lucha en defensa de los recursos naturales, en el occidente de Honduras en 2015, fue galardonada con el Premio Medioambiental Goldman.