El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, indicó este jueves que las autoridades competentes investigan una nueva fase de desestabilización de la derecha, activada esta semana. Aseveró que las pruebas serán presentadas al pueblo.

"Hay un plan para sabotear los servicios públicos del país. Nos atacaron una planta eléctrica muy importante, no hubo consecuencia pero fue un ataque terrorista. Estoy recabando todas las pruebas que han hecho esta semana para presentárselas al pueblo", señaló desde la Casa de la Juventud Robert Serra, en La Pastora, Caracas, en un acto en honor al joven diputado asesinado por paramilitares el 1 de octubre de 2014.

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Maduro precisó que este miércoles "sabotearon una planta muy importante en el Zulia y hoy nos sabotearon una planta muy importante en Falcón". El jefe de Estado señaló que con este nuevo plan la derecha pretende desestabilizar el país e impedir su desarrollo.

Desde comienzos de 2014, la oposición en alianza con potencias extranjeras ha hecho convocatorias en aras de romper el orden constitucional, incitar a la desobediencia civil y demandar la salida del presidente Nicolás Maduro por vías antidemocráticas. Sus llamados a las “guarimbas” culminaron con focos de violencia en varias ciudades del país, especialmente en la capital, con al menos 43 muertos y cuantiosos daños materiales.

Este tipo de estrategia consistía en atentar de manera violenta y sistemática contra la paz y tranquilidad pública y provocar una actuación "represiva" de las fuerzas del Estado, para incentivar una sublevación cívico-militar, deslegitimar al Gobierno y forzar una intervención extranjera.

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