Las protestas para exigir la aparición con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa, generaron este martes la paralización de labores en el Palacio de Gobierno, entidades bancarias, comercios, instituciones educativas y hasta emisoras de radio. 

Miembros de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) tomaron tres estaciones de radio en Chilpancingo, capital del estado Guerrero, (sur de México) para elevar la protesta por la desaparición de los 43 estudiantes al Estado, y exigir la salida inmediata del gobernador del estado, Ángel Aguirre, así como la captura del alcalde Iguala José Luis Abarca. 

A esta iniciativa se sumó la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), cuyos miembros impidieron el acceso a las instituciones bancarias y a las oficinas de la Secretaría de Finanzas. Además suspendieron las labores en el Palacio de Gobierno, así como en la alcaldía de la capital. 

 La Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) no ha tenido actividad desde el lunes por indicaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), así como las escuelas de educación básica desde el nivel preescolar hasta medio.

 Varias tiendas departamentales ubicadas en el centro de la ciudad también cerraron sus puertas para exigir junto a los estudiantes que aparezcan vivos los 43  normalistas desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre en una manifestación en conmemoración de la masacre de Tlatelolco, tras la represión policial de Iguala y la intervención de grupos criminales. 

 “Como buena parte de la sociedad, tenemos mucha indignación, mucha preocupación por lo que está pasando. Nos preocupa el clima de inseguridad que se respira y acentúa en Guerrero, específicamente en la escuela normal de Ayotzinapa. Es un ambiente de inseguridad que permea a todos los estados y a todas las regiones del país”. dijo Jonathan Martínez Landa, maestro de la escuela normalista. 

Al respecto, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, aseguró este martes que intensificarán la búsqueda de los jóvenes desaparecidos. Sin embargo, voceros de partidos de oposición cuestionan sus promesas.

En contexto

Entre el 26 y 27 de septiembre, la policía de Iguala disparó contra los autobuses donde se trasladaban los estudiantes normalistas, hecho que dejó a seis personas muertas (una con signos de tortura) y 17 heridas, además de 58 estudiantes desaparecidos, de los cuales 15 aparecieron, uno de ellos muerto.

Un total de 282 policías locales fueron detenidos preventivamente tras los hechos, pero sólo 22 fueron arrestados de forma definitiva como presuntos responsables de los ataques. Asimismo, el alcalde de Iguala, José Abarca Velázquez, deberá separarse de su cargo por 30 días y también fue expulsado de su partido político.

Autoridades del Gobierno mexicano confirmaron el hallazgo de al menos 28 cadáveres en fosas clandestinas situadas en el municipio Iguala. Las autoridades tienen considerables sospechas de que algunos de los cadáveres podrían ser de los 43 estudiantes desaparecidos, aunque aún continúan investigando su procedencia. 

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