Miles de turcos que protestaban el domingo en rechazo al doble atentado que dejó al menos 128 muertos y más de 200 heridos, fueron reprimidos por la policía con gases lacrimógenos. 

Los turcos condenaron la agresión ocurrida durante la manifestación pacifista de organizaciones de izquierda al grito de “presidente asesino” y “policías asesinos”, mientras los oficiales empleaban sus porras contra ellos, indica HispanTV. 

Con camiones dotados de cañones de agua, los uniformados restringieron el paso de los manifestantes entre las avenidas que conducen al área donde se ubica el Parlamento y otros edificios gubernamentales, añadieron medios internacionales. 

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El doble atentado tuvo lugar en Ankara donde grupos simpatizantes de la izquierda protestaban pacíficamente contra los bombardeos a posiciones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ordenados por el presidente Recep Tayyip Erdogan. 

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) respalda la ofensiva de Erdogan contra los kurdos en Irak, la cual recrudeció en julio con uno de los mayores ataques registrados, según el PPK.

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La izquierda turca acusa al Gobierno de ayudar al autodenominado grupo Estado Islámico y los grupos contrarios al Gobierno de Siria que intentan derrocar al presidente Bashar Al-Assad.