El vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, informó que el Gobierno salvadoreño está redoblando las medidas de seguridad para combatir a las pandillas que siguen cometiendo actos criminales en contra de la población.

Alertó que estos ataques forman parte de un plan de desestabilización contra el Gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el cual llama a los diversos sectores sociales a un diálogo nacional para afrontar la arremetida del crimen organizado.

Ortíz aseguró que han tenido que enfrentar el ataque de estos grupos porque se sienten golpeados. "El incremento de homicidios es la factura que el país está pagando por el combate a las pandillas", aseveró.

El funcionario reiteró que no cederán ante la presión de las pandillas.

Por otro lado, anunció que están programando una serie de reuniones para discutir el tema de la seguridad con los partidos políticos, para que cada dirigencia haga sus propuestas enfocadas en este ámbito.

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EN CONTEXTO

La semana pasada, la derecha salvadoreña en alianza con grupos criminales ejecutó un boicot al sector transporte para tratar de crear caos y promover un golpe de Estado contra el presidente legítimo, Salvador Sánchez Cerén.

Bandas delictivas obligaron a los transportistas a paralizar sus unidades bajo amenazas y asesinaron a nueve conductores que no acataron sus órdenes. Al paro que convocaron los transportistas se le sumaron al menos 142 rutas de todo el Salvador.

Los salvadoreños se vieron afectados por la dificultad generada en la movilización hacia sus trabajos o lugares de estudios. Un total de 54 transportistas han sido asesinados durante el año, según informes de la Policía Nacional Civil (PNC). 

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