Este lunes 23 de enero se dio el primer día de negociaciones de paz entre el gobierno sirio y la oposición armada. La serie de reuniones se realizaron en el hotel Rixos, en la ciudad de Astaná, la capital de Kazajistán.

Estas reuniones estuvieron marcada por varios cruces de acusaciones entre las dos delegaciones. A pesar del cese al fuego que entró en efecto el 30 de diciembre las hostilidades han continuado en la región del valle del río Barada. El gobierno sirio acusa a la oposición armada de cortar el suministro de agua hacia la capital siria que proviene de este río.

Al respecto el portavoz de la oposición armada, Yehya al Aridi, declaró que continuarán trabajando sobre el refuerzo del alto al fuego y en mejorar el acceso de la ayuda humanitaria para la población civil.

La oposición armada pidió en las reuniones que las milicias iraníes, lideradas por Hezbolá, así como los combatientes kurdos del Partido de la Unión democrática sean designados como “grupos terroristas”. Calificaron las reuniones con los mediadores turcos y rusos como “largas y productivas” y agregaron que debatieron “en profundidad” los problemas políticos que enfrenta Siria.

Sobre estas nuevas negociaciones de paz el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, declaró: "Estoy seguro de que la reunión de Astaná creará las condiciones necesarias para que todas las partes interesadas hallen una solución a la crisis siria."

A pesar de las violaciones regulares de la tregua negociada con mediación ruso-turca, ambas partes expresaron en sus declaraciones iniciales su deseo de reforzar el cese de las hostilidades. Ambas delegaciones informaron a la prensa la finalización de las reuniones por el día lunes pero se espera que las mismas se reanuden este martes 24 de enero.

El enviado del secretario general de la ONU, Staffan de Mistura, declaró que las negociaciones son el único camino hacia la paz en Siria y llamó a la creación de un mecanismo de vigilancia e implementación del alto al fuego. Declaró que “en el pasado no lo teníamos y es la razón por la que fracasamos.”

El proceso de negociaciones es seguido de cerca por diplomáticos del Reino Unido, Francia y Holanda. Se estima que el conflicto, que inició hace seis años, ha causado la muerte de 400 mil personas y el desplazamiento de la mitad de la población civil de Siria.

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En otras oportunidades se dieron rondas de negociaciones entre la oposición y el gobierno sirio, en el 2012 y en el 2016, en la ciudad de Ginebra. Aquellas negociaciones terminaron sin llegar a una solución a la crisis. Esta sería la primera ronda de negociaciones en las cuales el gobierno de Damasco comparte la misma mesa con los líderes de las facciones opositoras armadas, ya que en oportunidades anteriores el bando opositor fue representado por políticos y la delegación siria se negó a estar en la misma sala.