El jurista defensor de la mandataria Dilma Rousseff, Ricardo Lodi, expresó este martes en el Senado que los decretos que empleó la presidenta no fueron ilegales bajo la desviación del presupuesto anual establecido.

Durante la sesión de la comisión especial del Senado, el jurista explicó que la interpretación que ejecutó el parlamento brasileño indica que la presidenta vulneró el presupuesto o también llamada meta primaria, pero alegó que esto se debe a que "ellos no han distinguido entre programación presupuestal y la ejecución financiera".

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Refiriéndose a la meta primaria, Lodi indicó que la apertura de un crédito que aumentará el valor de una firma, no tiene la misma posibilidad de vulnerar una meta primaria "porque no están vinculadas".

"Juicios políticos se deben resolver educadamente"

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En medio de los debates, el profesor de derecho de la Universidad de Río de Janeiro, Geraldo Luiz Mascarenhas, enfatizó que los juicios políticos no son "ningún proceso", porque deben tener un contenido y procedimiento obligatorio, "deben seguir pautas que van mas allá de reglamentos y son civilizatorias".

Mascarenhas precisó que cuando se dice que todo el Senado no puede decretar juicio político "sin crimen de responsabilidad, es que tenemos que resolver las cuestiones de una manera educada y no de otra forma".

Por su parte, Ignacio Lemus, corresponsal de teleSUR en Brasil, indicó que el presidente de la Comisión de Juicio Político negó la suspensión del relator Antonio Anastasia por presunta corrupción.

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Expertos juristas defienden a la presidenta de Brasil ante impeacment https://t.co/VGeqivLRyL vía @teleSURtv

— Nacho Lemus (@LemusteleSUR) 3 de mayo de 2016

En contexto

Brasil es escenario de un “golpe blando”, como lo califican analistas internacionales, a través de un proceso de juicio político que puede ser aprobado en un Senado de mayoría opositora. 

Sin ningún delito tangible, como lo alega la defensa de la mandataria, pretenden enjuiciar a una Presidenta que llegó al poder con más de 50 millones de votos, y que aún goza de un nivel de aceptación mayor al 90 por ciento, según dijeron este domingo los trabajadores en un evento multitudinario. 

El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, quien rompió nexos con el Gobierno dice estar "preparado para asumir el poder e incluso se adelantó a los hechos y presentó un supuesto Plan de Gobierno. 

Esta semana es decisiva para Brasil, porque lo que está en juego no sólo es separar a Rousseff de su cargo, sino el destino de una nación, su democracia, sus derechos laborales, sus logros sociales y hasta la misma integración latinoamericana.