Al menos dos militares muertos y seis heridos, fue el saldo de un presunto ataque contra una base turca, por parte del autodenominado Estado Islámico (EI), al norte de la ciudad de Mosul en Irak.

Según fuentes militares de Turquía, el Daesh habría bombardeado con morteros a posiciones kurdas, provocando además la desaparición de alrededor de 70 soldados que estarían presuntamente en combate contra grupos extremistas.

Se conoce que el ataque se prolongó por espacio de tres horas cuando el EI habría disparado cerca de 60 proyectiles contra soldados turcos, que se encontraban un puesto de control ubicado en la región de Bashiqa.

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Recientemente, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, justificó que su país tenga tropas en suelo iraquí con la escusa de entrenar a los combatientes kurdos y no con fines de combate.

“El número de nuestros soldados en el norte de Irak, podría aumentar o disminuir en función del número de combatientes Peshmerga que están recibiendo entrenamiento”, afirmó.

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— teleSUR TV (@teleSURtv) diciembre 16, 2015

En ese sentido, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, entregó en días pasados una carta a la ONU en la que exige a Turquía que retire sus fuerzas de Irak inmediatamente.

En la misiva también se indica que este hecho se trata de una violación flagrante a su soberanía y que además no fue autorizado por las autoridades iraquíes.

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