Los ecuatorianos recuperaron el control sobre el capital y la sociedad sobre el mercado, así lo aseguró el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y líder del proceso denominado Revolución Ciudadana.

"Por años los grupos de poder nos hicieron creer que todo en economía es un asunto técnico y no político y llevaron esa relación de poder dentro de la sociedad para hacernos funcionales a los poderes dominantes", aseveró Correa y agregó: "El cambio en esas relaciones de poder duplicó los ingresos en los sectores más pobres y permitió al sector rico mejorar sus ingresos de forma proporcionada".

El jefe de Estado analizó los logros del proceso revolucionario en el Ecuador y dio un balance de los avances en el marco de la Conferencia Magistral "Economía para el Desarrollo: La experiencia ecuatoriana", dictada en la Casa de la Cultura Ecuatoriana ante estudiantes, académicos y expertos en economía. 

Correa hizo referencia a las regulaciones financieras y la efectiva supervisión que permitió un adecuado control del sistema financiero a través de reformas institucionales "que demuestran los cambios en las relaciones de poder y la independencia del poder político con respecto al poder financiero, eso está en juego el próximo domingo".

El domingo 2 de abril Ecuador vivirá la segunda vuelta electoral para elegir entre dos modelos de país: uno neoliberal, liderado por el candidato de derecha, Guillermo Lasso, y otro popular, liderado por el candidato progresista, Lenín Moreno, según lo han dicho expertos. 

"Hemos sido exitosos en reducir la desigualdad en la distribución de ingresos y estamos por debajo del promedio de América Latina. La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) nos ubica entre los países que más redujo la desigualdad y lo ubica entre los tres países menos desiguales", enfatizó el mandatario, quien dejará la presidencia el 24 de mayo. 

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En la década de 1996- 2006 el ingreso de los ricos crecía al 112 por ciento mientras que el de los sectores más pobres apenas aumentaba en un 20 por ciento, la desigualdad medida por el coeficiente de Gini aumentó en 18 por ciento, recordó el jefe de Estado, quien comparó los cambios en la última década: entre 2006 y 2016 los ingresos del 10 por ciento más pobre crecieron el 122 por ciento mientras que los ingresos de los más ricos crecieron el 40 por ciento, el coeficiente de Gini se redujo en 10 puntos. 

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