El Gobierno norcoreano denunció este martes el despliegue de la marina estadounidense junto a la península y advirtió que el Estado se prepara para responder, anunciando una nueva escalada de tensiones en la región.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que el envío de un portaaviones y su flota hacia la zona norcoreana "viene a probar que los movimientos insensatos de EE.UU. para invadir la República Democrática Popular de Corea han alcanzado una fase grave".

Advirtió sobre las consecuencias catastróficas si EE.UU. continúa sus provocaciones. “Tomaremos las medidas más duras contra los provocadores para defendernos con la poderosa fuerza de las armas”, señaló el portavoz.

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El portaaviones Carl Vinson puso rumbo hacia la península norcoreana después de que EE.UU. amenazó con emprender acciones unilaterales si China no presiona a Pyongyang para conseguir que finalice el programa de armamento.

Asimismo, EE.UU. y Corea del Sur desarrollan maniobras militares anuales en la zona, una circunstancia que agrava las tensiones. Pyongyang ha percibido esos ejercicios como preparativos para invadir su territorio.

“Los movimientos insensatos de EE.UU. para invadir la República Popular Democrática de Corea han llegado a una fase grave”, indica el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano. Esta nación “está preparada para reaccionar a cualquier forma de guerra deseada por Estados Unidos”.

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