Unos 50 cazas turcos bombardearon este martes blancos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak, bajo el argumento de responder al supuesto ataque que los rebeldes kurdos lanzaron contra soldados en el sureste de Ankara, al oeste de Turquía.

El bombardeo duró unas seis y según la agencia Anatolia, mató entre 35 y 40 rebeldes. Los aviones rodearon las bases de Qandil, Hakurk, Zap, Metina, Gare y Basyan. 

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Esta operación se da después de que 16 militares murieron en la zona montañosa de Daglica (sureste) frontera entre Turquía e Irak, supuestamente, a causa de las bombas del PKK.

En contexto 

Desde 1984  el PKK lucha  contra Ankara con el objetivo de establecer un Estado y hacer respetar los derechos de los kurdos que suman unos 12 millones, según cálculos difundidos en medios de comunicación. 

Turquía lanzó un operativo contra las fuerzas rebeldes kurdas y el autodenominado grupo Estado Islámico (EI) en la frontera con Siria, para expulsarlos del país. Además participa en la avanzada militar occidental que tiene como finalidad derrocar el gobierno legítimo de Bashar Al-Assad.

Ante la amenaza turca los rebeldes kurdos decidieron terminar con el alto el fuego proclamado en 2013 y defender sus posiciones.

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