La visita de papa Francisco en Chile ocurre en el contexto la intervención de la congregación laica peruana Sodalicio de Vida Cristiana y la decena de denuncias de abusos sexuales que involucran a altos funcionarios de la élite apostólica en Chile.

En el marco de la gira, la organización internacional Bishop Accountability publicó recientemente una lista con sacerdotes, clérigos y una monja de la Iglesia católica acusados de abuso sexual contra menores de edad en ese país. 

>> Revelan en Chile lista de religiosos acusados de abusos sexuales

"La publicamos antes de la visita del papa Francisco con la esperanza de que uno de sus acompañantes se lo haga notar y le haga tomar conciencia de que los obispos y líderes religiosos de Chile socavan su promesa de cero tolerancia hacia los abusadores”, manifestó Ann Barrett-Doyle, codirectora de la organización.

"Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir", dijo este martes Francisco al referirse al tema y manifestó el dolor que siente por el "daño irreparable" que han causado ministros de la Iglesia a los niños en el país.

Caso Karadima

En 2010, la sociedad chilena se escandalizó con un reportaje especial que reveló los abusos sexuales que un reconocido sacerdote había cometido en contra de un grupo de jóvenes en su proceso de formación como obispos.

Un medio televisivo de Chile denunció que el sacerdote católico Fernando Karadima abusó sexualmente de al menos cinco jóvenes menores de edad bajo la complicidad de cuatro obispos de La iglesia del Sagrado Corazón, en el sur del país.

Cuatro de las víctimas, James Hamilton, Juan Carlos Cruz, Andrés Murillo y Fernando Battle, hicieron públicos los crímenes y formalizaron la acusación con una querella judicial. 

"Es una vergüenza que venga a Chile, porque en todos estos años como papa no ha hecho nada para sancionar a los sacerdotes involucrados en abusos en nuestros país. Al contrario, ha premiado a los encubridores, como al cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien durante su mandato ocultó e impidió la investigación de casos como el de Karadima", aseveró Juan Carlos Cruz. 

En la actualidad el caso se encuentra en su "fase más crítica", explicó uno de los abogados que lleva el caso. En 2015, las víctimas presentaron una demanda civil con el Arzobispado por encubrimiento, la cual, según precisa, debiera resolverse en el primer trimestre de este año. 

Por décadas el sacerdote fue el líder de la Iglesia de una de las parroquias preferidas por la élite católica del país. De hecho, importantes miembros del clero chileno fueron formados por él.

En 2011, fue condenado por el Vaticano a vivir "una vida de penitencia y oración", y a mantenerse aislado de quienes fueron sus feligreses. También le fue prohibido "asumir, ahora y en el futuro, cualquier encargo en la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón".

Intervención del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) en Perú 

En 2015 se publicó el libro Mitad Monjes, Mitad Soldados, donde dos periodistas peruanos dieron a conocer el caso de abusos sexuales a más de 30 jóvenes menores de edad entre 1975 y 2002.

Las denuncias de las víctimas develaron cómo durante décadas integrantes de la élite apostólica, liderada por Luis Fernando Figari, reclutaba a adolescentes de clases altas y los llevaba a vivir en comunidad como "soldados de Cristo".

El pasado miércoles 10 de enero el Vaticano dispuso la intervención de la organización, después de que la fiscalía peruana pidiese prisión preventiva para Figari y otros exmiembros de la red de pederastia. 

>> ¿Qué debes saber de la visita papal a Chile y Perú?

Las investigaciones e indagaciones realizadas al movimiento católico recogen el testimonio de más de 200 personas, las cuales fueron víctimas de abusos sexuales, físicos y psicológicos. 

Entre los testimonios son acusados Luis Fernando Figari, Germán Doig Klinge, Virgilio Levaggi Vega y Jeffery Daniels Valderrama, quien fue apresado recientemente en territorio estadounidense. 

"No tenía a quién acudir cuando me di cuenta de que Figari estaba abusando sexualmente de mí… Yo era joven y él era demasiado importante y poderoso como para acusarlo… He vivido con esta experiencia por más de treinta años. No desaparece", narró una de las víctimas. 

Otros de los testimonios que señalaron a Germán Doig relata: "Después de estar con él, yo llegaba a casa a llorar… No entendía lo que me estaba ocurriendo, sentía confusión, incomodidad, suciedad y culpa, pero a la vez era mi dependencia de él la que me hacía sentirme sin posibilidad de hacer algo al respecto". 

>> ¿Qué dejan las visitas del papa Francisco a Latinoamérica?