El presidente de Perú, Pedro Castillo, supervisó este martes las labores de recuperación tras el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla ocurrido el pasado 15 de enero.

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El jefe de Estado constató el daño ecológico acompañado por el ministro de Ambiente Rubén Ramírez; al tiempo que reafirmó la voluntad gubernamental de que Repsol subsane los múltiples daños provocados.

El derrame producido durante las operaciones de descarga del buque tanque Mare Doricum de la Refinería La Pampilla, operada por Repsol se ha extendido a más de 1.8 kilómetros cuadrados de costa y 7.1 kilómetros cuadrados de mar.

Las afectaciones se extienden por el litoral de Ventanilla y ha llegado a localidades como Ancón y Chancay. Se estiman que alrededor de 6.000 barriles de petróleo fueron vertidos al mar.

Por tales motivos, el mandatario señaló que espera que el Congreso de la República forme una comisión encargada de investigar el derrame de hidrocarburos que viene afectando a más de 20 playas.

A su vez, el Ejecutivo anunció que buscará las vías para brindarles mayores oportunidades a los pescadores artesanales, los cuales no han podido trabajar desde el momento del derrame.

Por otro lado, la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, declaró este lunes que el Ejecutivo evalúa temas legales, las sanciones e infracciones que ha cometido presuntamente Repsol en el derrame de crudo en el mar, antes que decidir si se suspende su licencia de operación.

No es la primera vez que ocurre un derrame de hidrocarburos que tiene como responsable a la transnacional española, pues en 2013 hubo otro suceso en la playa Cavero, también afectada en esta ocasión.