La exploración de una candidatura presidencial independiente del multimillonario Howard Schultz,de 65 años y ex mandamás de Starbucks durante 23 años, provocó preocupación en el Partido Demócrata porque beneficiaría la hipotética reelección de Donald Trump.

La candidatura del capuccino de Schultz ha valido un par de fuertes críticas en sólo dos días del NYT, portavoz del eje Soros/Obama/los Clinton: 1. Jamelle Bouie sentencia que Schultz no entiende la historia de EU, ya que los candidatos mas efectivos por un tercer partido han sido polarizadores y no centristas; (https://nyti.ms/2TroXVG) y 2. Bret Stephens juzga que Schultz equivale al Síndrome del Desequilibrio cuando la guerra de la izquierda contra los centristas no augura nada bueno para las oportunidades del Partido Demócrata en 2020 (https://nyti.ms/2BhIYqN).

Quien no entiende la motivación es Bouie: la tarea de Schultz será descarrilar la candidatura demócrata que tendrá una pléyade de aspirantes (http://bit.ly/2TorKPk). Hoy Schultz obtendría 5 por ciento del voto popular –Jill Stein con sólo uno por ciento torpedeó a Hillary Clinton– que tendría un efecto multiplicador en el Colegio Electoral.

No faltarán opiniones a favor de la programática de Schultz, neoyorquino israelí de Brooklyn con 3 mil 400 millones de dólares, que se ubica en las antípodas de Trump –favorece una mayor seguridad fronteriza, pero está contra el muro–, y la millennial Alexandria Ocasio-Cortez, neoyorquina del Bronx, quien ha propuesto una tasa de impuesto de 70 por ciento a los ingresos mayores a 10 millones de dólares (http://bit.ly/2AZn633).

Schultz fustiga que la tasa de antimillonarios es punitiva y antiestadunidense e ignora que la tercera parte del muro ya fue construida con el fariseo aval bipartidista de demócratas y republicanos con Clinton y Baby Bush. En uno de sus célebres tuits, el mismo Trump retó a Schultz a buscar su postulación (http://bit.ly/2Brclaf).

El mexico-estadunidense Julian Castro, del Partido Demócrata y ex secretario de Vivienda con Obama, comentó que, aunque Schultz sea demócrata nominalmente, su candidatura puede ayudar a la relección de Trump (http://bit.ly/2BgsY8i).

Schultz, quien en forma hipócrita reclama el impeachment de su arrendatario Trump, arguye que cuatro de cada 10 votantes son independientes volátiles. Hasta ahora los peores ataques de Schultz, coincidentes con los de Trump van contra la millennial estrella del Bronx Ocasio-Cortez y las dos candidatas presidenciales del Partido Demócrata: Elizabeth Warren y Kamala Harris.

El feroz cineasta Michael Moore arremetió contra Schultz y convocó a un boicot a Starbucks hasta que desista de sus ambiciones: vendecafé, que es esencialmente agua que usa los sistemas hidráulicos urbanos, los sistemas municipales de agua, y lo acusó de ser multimillonario porque los ciudadanos pagan por el agua.

Un peligro real para la candidatura del capuccino de Schultz podría ser el boicot masivo de Starbucks por los aguerridos demócratas que hoy controlan la Cámara de Representantes. La demencia electoral y secesionista en EU ha llegado a grado tal que mañana a alguien se le ocurrirá abrir una cafetería exclusiva para republicanos supremacistas blancos.

El británico Edward Luce, muy cercano a los Clinton, del Financial Times (31/01/19), toma muy en serio la candidatura de Schultz: La audacia de la oligarquía estadunidense y juzga que un candidato a favor de los impuestos del Partido Demócrata tendrá como antídoto al multimillonario Schultz que jugará el papel de aguafiestas cuando un amplio sector de la plutocracia estadunidense correría el riesgo de una relección de Trump con el fin de mantener sus impuestos bajos.

Si no quieren perder los demócratas, aduce Luce, tendrán que escoger a un amigo de los plutócratas, como los Clinton y Obama, pero que hoy no se ve en el panorama.

A mi juicio, la candidatura del capuccino forma parte de un elenco teatral electoral y el único objetivo de Schultz es facilitar la relección de Trump, otro neoyorquino, pero de Queens. La geoeconomía nunca falla:Brooklyn se encuentra entre Queens y el Bronx.