El pueblo de la provincia argentina de Chubut ha dado una lección al país, peleando en las calles contra una ley injusta e inconsulta que daba luz verde a la megaminería que impulsan por igual el gobierno provincial y el nacional.

Tras una semana de movilizaciones multitudinarias, en las que participaban todos los sectores de una población que advierte que el extractivismo va a terminar con el agua y contaminará la tierra, se logró una primera victoria: que se derogue la ley motorizada por el repudiado gobernador Mariano Arcioni.  

Para conocer más detalles de lo ocurrido entrevistamos a la weichafe (luchadora)  mapuche Moira Millán. Ella ha estado estos días en que se produjo la pueblada en Chubut precisamente en esas tierras y queremos que nos comente, de primera mano, cómo lo vivió y qué perspectivas a futuro ve en lo que ha ocurrido allí.

— Mari Mari Carlos, Estoy contenta pero no eufórica. Celebro la movilización provincial, porque hasta los pueblos más pequeños fueron protagonistas de esta victoria que ha sido categórica, contundente, para una primera instancia, imprescindible y necesaria que era conseguir la derogación. Sin embargo, debemos estar alerta porque la derogación no vino con el tratamiento sobre tablas sobre la Iniciativa Popular (IP), que era la consulta, el proyecto que surgió desde el pueblo con 30.000 firmas de apoyo. Esto es lo  que ahora se está pidiendo que se apruebe.

— Indudablemente, la lucha que se ha dado allí ha unificado a muchos sectores. En ese marco, ¿cómo se incorporó el pueblo mapuche  a esta pelea?

— Aquí hay una situación bien compleja: si bien el pueblo mapuche salió a la calle, pusimos el cuerpo y estuvimos allí, lamentablemente hay un racismo sistémico, transversal a todos sin excepción que provocó que en determinados lugares de visibilidad y donde la palabra era muy tenida en cuenta, se le quitó el micrófono al pueblo mapuche, no nos dejaron hablar.

Eso pasó en una conferencia de prensa también transversal y multisectorial de donde me sacaron, ya que se asocia el conflicto de los pueblos mapuche a una tema externo a la realidad de la provincia, y nos permite la lectura de cómo se ensamblan las vidas, y a la vez, cómo la militarización del Wallmapu permite el avance de los latifundios extractivistas. Todo ello es parte de un mapeo de zonificación extractivista, de saqueo y contaminación  quena quence vivimos de manera categórica, pero lamentablemente esa lectura no se hace desde la provincia de Chubut, sino desde la gente de Chubut.

Hay un sector minúsculo que acompaña la lucha mapuche y que por supuesto inmediatamente ensambla con estas resistencias. Pero hubo otros sectores, los gremios y sindicatos que están queriendo dulcificar la crisis en Chubut  y reorientar a otro lado, al reciclaje. Están las voces del reciclaje, que se mueven dentro del marco del oficialismo, ya que terminan coincidiendo con el gobierno.  Y por otra parte, restan las voces de la dignidad, y vamos a ver cuál de las dos voces es más audible para el pueblo y para el país.

— Que lamentable que en un conflicto de estas características surja esta división y sobre todo en territorio  mapuche. Es una paradoja, toda esa zona les pertenecen por antigüedad y presencia en tu pueblo. Allí hay un tema, que es lo que ha planteado el gobernador Arcioni de convocar un plebiscito.  Es posible que por ese lado pueda venir la trampa para tratar que este conflicto no sea una victoria sino que termine siendo un reciclaje como vos decis.

— Lo del plebiscito está absolutamente negado por la población, la totalidad de los pueblos que conformamos Chubut le decimos NO al plebiscito, ya que entendemos que es una trampa, un artilugio desesperado que están dando las  trasnacionales y el gobierno de Chubut junto con la complicidad del Gobierno nacional. El Gobierno nacional es cómplice de esta situación, para intentar revertir el triunfo del pueblo acá en Chubut. Entonces nos aparece que no hay que salir a avalar el plebiscito, hay que estar poniendo hincapié en la Iniciativa Popular. Sí me parece muy importante el posicionamiento de las comunidades mapuche tehuelche,  porque hay muchas comunidades tehuelches afectadas por la megaminería ya que cuando se habla de zonificación hay que comprender que se trata de un proceso creciente de saqueo y absorción de territorio para la megaminería.

Entonces, empieza con territorios mapuche en la zona centro de la provincia, continúa en la cordillera y se va extendiendo por el Atlántico. Tenemos todo el mapa de la provincia afectado,  por eso, es importante plantear el inmediato tratamiento de la IP y por supuesto un “no” categórico y rotundo a lo que es el plebiscito.Otro tema importante que quiero comentar y que lo he oído mucho en las calles es la consigna “que se vayan todos”. La gobernabilidad del actual ejecutivo provincial con sus secuaces, ha tocado fondo, ya es insostenible.

El gobernador de Chubut se tiene que ir con todo su gabinete porque si no, es como quitar al lobo del corral, ponerlo al costado pero dejar la tranquera abierta para que en cualquier momento venga por las ovejas. El Gobierno que ha estado en todo esto, aún no ha hecho ningún mea culpa por la cantidad de heridos que hubo, producto de la represión terrible y sanguinaria que provocaron en estos días. Se habla de los 18 edificios incendiado pero no se habla de la cantidad de baleados que hubo en estas jornadas de resistencia. Es muy importante que la prensa recoja que el espíritu de las y los chubutenses  y de las comunidades mapuche, es que se vaya Arcioni con todo su gabinete.

— Es increíble Moira, el papel nefasto que han jugado los medios, los de Chubut, y la gran mayoría de los medios a nivel nacional, criminalizando a quienes se lanzaron a  las calles.

— Sí,  jugaron el papel del sicariato de la comunicación, que es lo que habitualmente asumen, por eso la ira de la gente. Cuando la marcha de Trelew que termina en El Diario de Chubut, decidió aleccionar al diario. Se rompieron unos vidrios, tampoco fue tan grave, sin embargo se magnificó más de lo que sucedió, se quemó solo un poco adelante y se rompieron los vidrios, lo que es nada comparado a los daños generados por el diario, que está hace décadas contra el pueblo chubutense, que estigmatiza los barrios, criminaliza al pueblo mapuche tehuelche, tergiversa las verdades ocultando información sensible e imprescindible para que los chubutenses sepamos lo que se estaba tramando. Es decir, sin la complicidad de El Diario de Chubut, y todos los medios, gran parte de lo que se había avanzado en detrimentos de los derechos de los pueblos en la provincia no hubiera sucedido. Por eso, la gente, completamente enrabiada, llega a este extremo, dejando bien sentada su bronca contra esos medios hegemónicos.

— Ahora que se consiguió esta importante victoria, ¿cómo va a seguir la presión, la gente va a seguir movilizada?

— Nada es binarista ni tan simple de describir, el escenario es complejo, ya que hay muchos intereses que se contraponen. Los sindicatos se pusieron del lado de la gente a último momento, nunca estuvieron apoyando las manifestaciones antimineras. Cuando ya vieron que era imparable la pueblada, los sindicatos imponen posición en favor de la agenda de las calles y de la lucha. Eso, por supuesto, ayudó al triunfo categórico pero no determinó el escenario. Eso se logró con la gente saliendo a la calle. Ahora, esos mismos sindicatos empiezan a recibir prebendas, empiezan a ser convocados para negociar el reciclaje, también está sucediendo con otro sector de la asamblea  que son miembros activos de las asambleas de «No a la mina» y que pertenecen a la militancia de partidos  políticos que cogobiernan en la provincia, están permitiendo ser permeable a las injerencias de las exigencias de las patronales de sus partidos políticos. ¿Qué pasa? Esto ha generado que haya sectores que se desmovilizaron, porque dicen “ganamos, ya está, conseguimos lo que queríamos” y se volvieron a sus casas. Otros sectores que permanecen en la calle, dicen “no, no nos tenemos que ir, hasta que no caiga Arcioni, hasta que tengamos la certeza de que la megaminería no va a volver como una amenaza a nuestras vidas y que va a haber un resguardo y cuidado de la vida en los territorios, y en particular del agua”. Entonces, no es que toda la gente se volvió a su casa a celebrar, hay sectores que siguen movilizados.

La amenaza a la Lof mapuche Quemquemtrew en Río Negro

— Aprovecho de tu paciencia para hablar del otro conflicto latente, que ahora mismo corre peligro, me refiero a la situación de la lof Quemquemtrew, esa lucha por el territorio que se llevó a cabo hace unos meses y que acabó con la muerte del comunero mapuche Elias Garay. ¿Cómo ves la situación allí?

— Me parece que lo urgente e imprescindible en este momento, sería que muchos de estos sectores que se estuvieron movilzando por el «no a la mina”, entendiendo la importancia de la lectura profunda de cómo se van entrecruzando los intereses de las transnacionales y los latifundios, vayan a acompañar a la lof Quemquemtrew que nuevamente ha empezado un acampe. Necesitan, fundamentalmente, cuerpos y cuerpas, y que la gente se constituya en el lugar para evitar una represión sangrienta y que se cobre  la vida de más miembros de nuestro pueblo, y de los lamien que allí resisten.

Creo que el principal llamado es que vayan, para presionar todos juntos.. El otro gran llamado, lo hemos estado conversando entre los lamien:  es que todas las organizaciones ambientalistas, de derechos humanos, sociales, feministas, las iglesias, todos juntos, exijan al gobierno nacional la inmediata desmilitarización de la zona. Seguramente van a decir que “no tenemos nada que ver” que “lo ordenó la provincia”, pero tienen herramientas legales para presionar a la provincia que retire las fuerzas represivas del territorio, No podemos llegar al extremo que llegó Wallmapu (la parte del territorio bajo dominio chileno) que sufre una carnicería, como fue el estado de sitio, con los derechos conculcados.

— Ahora parece que el empresario Rocco, más precisamente el usurpador que está reclamando las tierras de la Lof sitiada, ha planteado una especie de negociación. Así lo están vendiendo los medios, como una propuesta de negociación de paz que le hace a la gente de la lof. Dice que se pueden quedar seis meses en la Lof pero con control por parte de ellos, del gobierno supongo, y de las fuerzas represivas.

— Aquí, eso no está cobrando mucha visibilidad, claro que quienes estamos muy cerca del conflicto., sí estamos enterados. Hasta donde sé, Rocco jamás se acercó a dialogar. Estuve hablando con una lamien que había  ido a un punto de señal y le pregunté cómo estaba la situación. Allí no apareció el gobierno ni ninguno de estos señores. Es una falta de respeto que ellos estén utilizando los medios de comunicación y sus plataformas para estar armando estrategias de negociación.

Me parece que no corresponde que los damnificados directos que son nuestra gente sean los receptores, y con respeto y seriedad se les proponga un diálogo, Me parece un disparate lo que se está diciendo este señor Rocco, no se puede convivir con asesinos y criminales y pedir que haya convivencia  armónica y encima con control por parte de ellos. No han entendido lo que ocurre, no han entendido, ellos no son dueños de nada, no tiene títulos de propiedad del lugar, no tienen derecho sobre el lugar. Esto es un circo, es una patraña que han armado por la corrupción de los funcionarios de Rio Negro, tiene que restituir la tierra al lof y punto. La única manera de alcanzar la paz es con justicia.

— Muy bien Moria, como siempre muy clara, te agradecemos la comunicación, sabemos que vas camino a tu Lof después de un largo tiempo de estar allí, guerreando como siempre, mostrando los dientes frente al enemigo y también  enfrentándote al racismo de la gente que no entiende nada, o que se ponen del lado contrario de donde tienen que estar. 

— Un abrazo enorme lleno de cariño y gratitud y una posdata, porque mucha gente ha expresado su solidaridad por estos días de patoterismo, de desprecio y maltrato. Lo que les quiero decir a las personas que cariñosamente se acercaron sus saludos y abrazos, es decirle que somos inquebrantables, que llevamos siglos de desprecio, he crecido como una niña mapuche, desde muy chiquitita he sufrido el desprecio el maltrato el racismo, pero tenemos algo que nos abraza, nos acaricia y es la fuerza de la Mapu, y mientras tengamos ese abrazo de la tierra no hay desprecio ni maltrato que nos venga a quebrantar. Vamos a seguir peleando y vamos a seguir luchando y siempre del lado que corresponde, que es el lado de la justicia.