Para este jueves 1° de septiembre, la coalición que reúne a casi todos los partidos opositores convocó a una “Toma de Caracas”. Para las fuerzas de derecha, se trata de una protesta para exigir que el Consejo Nacional Electoral (CNE) acelere los plazos del referéndum revocatorio. El CNE ya anunció que se realizará en el primer semestre, aduciendo plazos administrativos. Pero desde la oposición exigen que se haga en lo que resta de 2016.

En las últimas horas se han registrado detenciones de militantes opositores acusados de poseer material explosivo, armas y bombas molotov. Además, las fuerzas armadas anunciaron el desmantelamiento de un enclave paramilitar a pocos kilómetros del Palacio Presidencial. En este contexto, Jesús Chuo Torrealba, el coordinador de la oposición, insistió en las últimas horas en el carácter pacífico de la movilización. “Mañana no habrá ni una piedra, ni una capucha, ni una botella rota, puro pueblo pacífico en la calle”, aseguró. Henrique Capriles, vía Twitter, expresó: “Todos los que queremos cambio y revocatorio saldremos pacíficamente a exigirlo”. Sin embargo, los antecedentes desde 2002 hasta los más recientes, no son los mejores.

Desde el chavismo afirman que se preparan acciones de violencia para la construcción de un nuevo Puente Llaguno, aquel atentado de bandera falsa de abril de 2002, cuando francotiradores apostados en edificios contiguos asesinaron a participantes en las dos marchas: la opositora y la chavista, separadas por pocas cuadras.

Este hecho fue explotado mediáticamente y utilizado como excusa para derrocar al presidente Hugo Chávez, con apoyo explícito de la derecha política, la Iglesia y parte de las Fuerzas Armadas. El golpe fue revertido por la movilización popular junto a un sector del Ejército. Entre otras investigaciones, esta secuencia fue develada por el documental Puente Llaguno, claves de una masacre.

Ahora, diferentes acontecimientos recuerdan esa secuencia. A la andanada de intervenciones de figuras políticas como el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en el último tiempo un férreo aliado de Estados Unidos, y su réplica en los principales medios privados, se le suman varias detenciones de dirigentes opositores. En su cuenta de Twitter, el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz informó la captura de Yon Goicoechea, del partido Voluntad Popular, y de Carlos Melo, de Avanzada Progresista, portando material explosivo.