Violencia de género digital
Internet ofrece un gran potencial para el empoderamiento o, en otras ocasiones, refuerza las desigualdades en un espacio para la exclusión y la violencia.
La violencia de género digital hace alusión a los actos de violencia que se cometen por medio del uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), las redes sociales y el correo electrónico.
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Este tipo de violencia genera un daño psicológico y emocional en las personas, erosionan la reputación de las víctimas, refuerzan los prejuicios y causan pérdidas económicas.
En algunos casos, conducen a otras formas de violencia como la sexual y la física.
¿Internet es un espacio neutral?
Inicialmente, Internet fue un espacio neutro en el que se diversificaban las voces y pensamientos, pero un espacio neutro implica que no existan prejuicios y sesgos.
Desde la perspectiva de género, Internet ofrece un gran potencial para el empoderamiento. No obstante, en otras ocasiones refuerza las desigualdades, sin considerar los diferentes contextos y las relaciones de poder.
En consecuencia, surgen los mismos problemas sociales que tienen lugar fuera del espacio digital, tales como la exclusión y la violencia, de modo que, los agresores influyen en el cuerpo y la mente de las víctimas.
Tipos de violencia de género digital
Entre las diferentes formas de agresiones de género, asociadas al uso de la tecnología, se encuentran las siguientes:
- El acceso y control sin autorización de cuentas: bloqueos o desactivación de las cuentas de las víctimas.
- Control y manipulación de la información: el robo de información puede suponer su pérdida, así como su alteración sin consentimiento;
- Difusión de fotos íntimas o privadas: además de otros detalles y datos que forman parte de la esfera íntima de la persona.
- Doxeo: cuando se investiga y se difunde información que permite la identificación de una persona sin su consentimiento, con la intención de tener contacto con la persona o como una forma de acoso;
- Vigilancia: el monitoreo constante de las actividades en línea de la víctima, su vida diaria o información, bien sea esta privada o pública.
- Robo de identidad o creación de perfiles falsos: la divulgación de datos personales falsos con la finalidad de dañar su reputación.
- Distorsión de vídeos o imágenes con contenido falso: manipulado o fuera de contexto con el fin de desprestigiar.
- Divulgar información privada o sensible para dañar la reputación.
- Difamación y daño a través de comentarios en línea.
- Amenazas: contenido con todo amenazante o agresivo, entre otros.
¿Quiénes son los agresores?
Existen muchos agresores en Internet, cuyos perfiles pueden variar de acuerdo con los fines que persigan.
Sin embargo, entre los agresores se encuentran aquellos que crean perfiles anónimos o falsos para que la persona agredida no pueda identificar al agresor que conoce en la vida lejos del ámbito digital.
Los perfiles de grupos organizados o perfiles que, de manera conjunta, operan para accionar ataques en línea.
Perfiles conocidos por las víctimas de su entorno familiar, exparejas o parejas que usan la tecnología para amenazar, vigilar, controlar o desprestigiar a las víctimas.
Los derechos digitales
Existe una muy cercana relación entre los derechos que tienen las personas dentro y fuera del ámbito digital, los cuales influyen constantemente en cada actividad que realicen los usuarios de Internet.
��️Publicada la Carta de Derechos Digitales (PDF) ➡️ https://t.co/Xpb44CIUKB que incluye un artículo sobre el derecho a la protección de la salud en el entorno digital.#SaludDigital #derechos pic.twitter.com/Kq9huglfiP
— Teresa Pérez�� #FFPaciente (@DUEdevocacion) August 2, 2021
Los espacios en línea también cuentan con normativas en diferentes países, sobre todo, para proteger el derecho a la privacidad, el acceso a la justicia y a las garantías judiciales, así como a vivir una vida sin violencia.
Se pueden aplicar los derechos fundamentales que ya tienen los individuos en el área digital para hacer respetar su integridad, reforzando con normativas que regulen la realización de actividades precisas, siempre velando por la tranquilidad de quien se encuentre al otro lado de la pantalla ante los posibles peligros en la red.