Este lunes y martes la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lleva a cabo una conferencia en Marrakech para adoptar de manera formal el pacto migratorio que permita proteger a los migrantes sin documentos. 

La mayoría de los países miembros de la ONU rubricarán el primer acuerdo global, mientras que una docena de naciones como Estados Unidos, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia, República Dominicana y Chile se desvincularon del documento. 

¿Cuáles son sus argumentos?

-Estados Unidos no firmará el pacto al calificarlo como incompatible con su soberanía y política migratoria impuesta por el Gobierno de Donald Trump, tal y como explicó la embajadora de la ONU, Nikki Haley.

-Italia sostiene que la aprobación del texto debe someterse primero al debate parlamentario. "El Gobierno italiano no irá a Marrakech, no firmará nada. El debate es tan importante que esta no puede ser una elección solo del Gobierno, debe ser el Parlamento el que discuta el pacto mundial", manifestó el viceprimer ministro y ministro del Interior, Matteo Salviniel.

-Australia, por su parte, alega que su decisión apunta a proteger su soberanía. “Nos tomamos con seriedad el mantenimiento seguro de nuestras fronteras. No vamos a permitir que la ONU o cualquiera perturbe el trabajo duro que se realiza”, expresó ministro del Interior del país, Peter Dutton.

-República Dominicana también se desvinculó del texto alegando que “su adopción generaría compromisos al Estado dominicano que podrían socavar su capacidad para hacer valer sus normas migratorias e implementar con eficacia las políticas migratorias que el cumplimiento de esas normas exige”.

-Mientras que Chile considera que la migración “no es un derecho humano”. “El derecho lo tienen los países de definir las condiciones de ingreso de los ciudadanos extranjeros”, sostuvo en una entrevista el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla. 

¿En qué consiste el pacto? 

El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular es un documento acordado en julio pasado por los Estados miembros de la ONU.

El texto resalta la necesidad de mejorar la colaboración entre países para proteger a los migrantes y aprovechar los beneficios que estos ofrecen.

“Refleja el entendimiento común de los Gobiernos de que la migración que cruza fronteras es, por definición, un fenómeno internacional y que para gestionar con efectividad esta realidad global es necesaria la cooperación para ampliar el impacto positivo para todos”, explicó el secretario general de la ONU, António Guterres.

Está estructurado en 23 objetivos, entre los que resaltan:

- La cooperación y toma de medidas contra la trata de personas.
- Evitar la separación de familias.
- Reconocer el derecho de los migrantes sin documentos a recibir educación y salud en los países que arriban.
- Mejorar la cooperación para salvar sus vidas.
- Garantizar la no persecución a quien se le otorgue apoyo humanitario. 
- Garantizar el retorno seguro y digno de los migrantes deportados y no expulsar a quienes estén en peligro de muerte, tortura o tratos inhumanos. 

¿Qué está en juego con la aprobación de este pacto?

La representante especial para la migración internacional, Louise Arbour asegura que si se adopta el pacto “veremos una gran mejora en los aspectos de desarrollo, humanitarios y en los beneficios económicos que la migración puede producir si todo se aborda de una forma cooperativa”.

“Hoy el 3,4 por ciento de la población es migrante. En el año 2000 era un 2,7 por ciento. Es un fenómeno que hasta ahora ha aumentado. ¿Seguirá creciendo? Si miramos a la demografía y otros factores, como el cambio climático, sí, se espera que veamos a más gente en tránsito”, explicó.