El territorio de China tiene una longitud superior a los 9 millones de kilómetros cuadrados, pese a su gran tamaño posee alrededor de 10 por ciento de tierra cultivable y apenas 6 por ciento de agua fresca, así lo señala el representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el país, Carlos Watson.

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En medio de esas condiciones desfavorables, el Gobierno de Beijing logró que la nación alcanzara la soberanía alimentaria, garantizando que los 1,4 billones de chinos tengan al menos un plato de arroz en sus manos.

De acuerdo con el representante de la FAO, la autonomía alimentaría se concretó en China debido a que desde el alto Gobierno “se hicieron leyes y se hicieron políticas que durante los últimos 19 años pusieron a la agricultura y su desarrollo como un tema prioritario, que como punto central tiene la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria tratando de conservar el medio ambiente”.

El ejecutivo nacional también apeló a la innovación científica y tecnológica para promover y fortalecer la agricultura, que de la mano con el financiamiento del Estado y la construcción de infraestructura, incrementaron la productividad de alimentos en el país.

Al respecto, Carlos Watson comentaba que “otra cosa que ha sido muy importante es involucrar al pueblo, ha sido un trabajo entre Gobierno, pueblo e instituciones. En China existen 230 millones de pequeños agricultores, tener el apoyo de esta gente ha sido parte del éxito”.

Toda esta política llevó al llamado gigante asiático a ocupar los primeros puestos mundiales en producción de arroz, trigo, té, sorgo, soya, maní, cebada, algodón y semillas oleaginosas entre otros productos, consolidando una industrial que contribuyó a sacar de la pobreza extrema a 650 millones de personas, según datos de la FAO.

Watson explicaba que “esto hizo que los números de la pobreza extrema mundial bajaran, cualquier cosa que pase en China por el tamaño del país tiene impacto mundial”.

En 2021, China produjo 683 millones de toneladas de granos superando por séptimo año consecutivo las 650 millones de toneladas en este rubro, para mantener este ritmo el Gobierno aplica una política de revitalización rural que se enfoca en evitar que los habitantes del campo se muden a la ciudad, favoreciendo el desarrollo de las zonas agrícolas, la equidad social y la gobernanza.

Los adelantos de China en la agricultura trascienden sus fronteras. Datos de la FAO aseguran que al menos 1,5 millones campesinos en África se benefician de las técnicas agrícolas que se desarrollan en el país asiático.

Entre las innovaciones compartidas por China con el mundo se encuentran el arroz híbrido y un tipo de semilla que es más resistente al suelo seco.