Venezuela ha tenido a lo largo de su historia tres gobernantes demócratas absolutos todos ellos militares: El General en Jefe Simón Bolívar, el General de Brigada Isaías Medina Angarita y el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías. El Libertador desde su cuartel general en San Cristóbal el 26 de mayo de 1820 escribe a su amigo británico Guillermo White lo siguiente: “Tan tiránico es un gobierno democrático absoluto como un déspota”. Y sin embargo, cuando el Congreso de Colombia proclama a Simón Bolívar como dictador después del atentado septembrino, no sólo indulta al principal responsable Francisco de Paula Santander cambiando la sentencia de muerte por destierro, sino que además, cuando salía a las calles de Bogotá jóvenes insolentes le gritaban: “longaniza vete a morir a tu Patria” aparte de que escupían a su paso. Esto demuestra que el Libertador Simón Bolívar fue un demócrata absoluto a pesar de su advertencia que semejante conducta es tan tiránica como un déspota.

La democracia absoluta es tiránica, porque extrapola las libertades y por supuesto que toda libertad tiene un límite. Siendo Bolívar dictador, la prensa Santandereana de Bogotá incitaba al asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Por ejemplo, un periódico bogotano de la época le señalaba a sus lectores: “haremos con Sucre lo que Santander no pudo hacer con Bolívar”. A pesar de eso, el dictador nunca intentó acción alguna contra estos antecesores del periodismo escuálido de hoy y, finalmente, Sucre resultó asesinado en Berruecos.

El General de Brigada Isaías Medina Angarita hizo un gobierno de amplísimas libertades democráticas, se hacía acompañar en sus giras al exterior de dirigentes del virulento partido opositor Acción Democrática. Medina Angarita, cuando le informan el 17 de octubre de 1945, que se gestaba un golpe dirigido por la Standard Oil contra su gobierno, exclamó: “la juventud militar está sentada sobre un cuñete de pólvora” pero al día siguiente, cuando le informan que entre los golpistas estaban los cadetes de la escuela militar, se negó a atacarlos aduciendo que los padres habían confiado en él para custodiar a sus hijos.

Y por esa inhibición de atacar la escuela militar se le fue el Gobierno, porque uno de los principales golpistas, Carlos Delgado Chalbaud, dirigía las acciones desde ese plantel castrense. Ninguna madre, ninguna esposa, ninguna hija y ninguna hermana padecieron la prisión de algún pariente bajo el gobierno de Medina, según expresó él mismo.

El Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías intenta con una rebelión cívico-militar el 4 de febrero de 1992, tomar el poder porque la Social Democracia y el Social Cristianismo agrupados en el “puntofijismo” se coalearon para entregar al país a los grandes consorcios multinacionales del petróleo y de la banca extorsionadora.

Entonces surgió su célebre frase “por ahora”, que fue el detonante que disparó la popularidad del militar barinés. Chávez a través de su actuación de 13 años, rehusó siempre utilizar la fuerza para reprimir a los criminales que masacraron el pueblo de Caracas en abril de 2002 y conmocionaron a toda la nación con el sabotaje petrolero de 61 días de duración y que causó pérdidas por 20 mil millones de dólares de los Estados Unidos. Es famosa su aparición de la madrugada del 14 de abril de 2002 ante la televisión portando un crucifijo y llamando a la unidad popular y a la conciliación con sus tenebrosos adversarios.

De tal manera, que queda demostrado que hemos tenido históricamente tres gobernantes demócratas absolutos: Bolívar, Medina y Chávez. Y aún cuando algunos sostenemos que las libertades no pueden ser ilimitadas, el mensaje humanista de estos líderes demuestra su grandeza por encima de los naturales pases de facturas. Hugo Rafael Chávez Frías pues se ha situado en la historia de Venezuela junto a Bolívar y Medina como uno de los tres verdaderos demócratas que han gobernado este país.