Los electores británicos castigaron a los dos principales partidos políticos del país, los conservadores y los laboristas, que vieron disminuir su presencia en los ayuntamientos que fueron renovados ayer jueves.

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Los votantes en Inglaterra y en la provincia de Irlanda del Norte fueron a las urnas ayer jueves para renovar los ocho mil 425 escaños de los 248 ayuntamientos. Los comicios fueron un termómetro para saber las consecuencias por el retraso de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), el brexit.

Con base en el escrutinio de los votos en 108 concejos regionales, el Partido Conservador de la primera ministra británica, Theresa May, perdía 398 concejales y tiene mil 214, una caída respecto a 2014 cuando alcanzó en total cuatro mil 905 escaños.

El opositor Partido Laborista, de Jeremy Corbyn, perdía 79 bancas y cuenta con 898. En los comicios de hace cinco años obtuvo en total dos mil 113 escaños.

En contraste, el Partido Liberal Demócrata, proeuropeo, ganan 271 concejales para tener hasta ahora 521 escaños, y el colectivo de los Independientes conseguía 212 bancas más para tener hasta el momento 335 asientos.

Analistas señalan que estos resultados indican un apoyo de los electores a los institutos políticos que promueven la realización de un nuevo referéndum europeo.

En 2016, los ciudadanos del Reino Unido votaron (52 por ciento a favor y 48 en contra) por salir de la Unión Europea (UE), proceso conocido como brexit. Sin embargo, la fecha para abandonar el bloque se trasladó del 29 de marzo hasta el 31 de octubre siguiente.

Ese es el plazo otorgado para que el Gobierno de May establezca un acuerdo con la oposición en el parlamento para una retirada ordenada de la UE.