La moneda del euro continúa atravesando por uno de los momentos más difíciles de su historia, el desplome registrado en los últimos meses hace que se aproxime a una paridad respecto al dólar estadounidense, este lunes la moneda europea llegó a los 1,007 dólares depreciándose en un 15 por ciento desde el inicio del 2022.

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El principal motivo de la caída del euro se debe al conflicto suscitado en Ucrania, donde los inversionistas se refugian en el dólar estadounidense para cuidar sus capitales, asimismo, las tensiones también giran en torno a la crisis petrolera y la caída de la importación del gas ruso a países de la Unión Europea (UE).

Además en caso de continuar la devaluación del euro, la inflación aumentará en las naciones de la comunidad europea afectando, especialmente los precios de los alimentos, recientemente en Reino Unido se movilizaron las personas en contra de la subida de combustibles y de la canasta básica, conduciendo que los aspirantes a reemplazar a Boris Johnson giren su campaña en la estabilidad económica.

Otro de los ámbitos que sufrirá un incremento ostensible son las importaciones, de acuerdo al portal Eurostat alrededor de 50 puntos porcentuales de las mismas se hacen en dólares en la zona euro, países como Grecia y Alemania importan un 64 y 44 por ciento, respectivamente.

Ante el panorama de recesión en la zona, el Banco Central Europeo puntualizó que la depreciación de la moneda (euro) continuará y se evidenciará en costos elevados de la canasta básica familiar, combustibles y otros bienes intermedios (especialmente los que son importados).

Por otra parte, las autoridades gubernamentales de cada país de la UE están tomando medidas ante la crisis energéticas como instando a los ciudadanos a moderar su consumo, así como a insistir en canales de diálogo entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos (EE.UU.) para buscar soluciones al conflicto, porque en caso de una agudización podrían verse afectados para adquirir el gas y el petróleo desde Moscú.

Pese a los llamamientos por el diálogo, la UE se apoyó la decisión de la Casa Blanca y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de imponer sanciones coercitivas contra el Gobierno ruso, pero ahora que afectan su propia economía, insisten en propiciar negociaciones con Rusia.